"Días de Zorba", una historia ambientada en la Lima de la pandemia, que escribe Alicia del Águila.
"Días de Zorba", una historia ambientada en la Lima de la pandemia, que escribe Alicia del Águila.

“Como socióloga, me tocó analizar los números de la pandemia, y realmente cifras más, cifras menos, es indudable que estuvimos entre las ciudades con más alta mortalidad en el mundo; eso fue tremendo. Con mi novela elegí una forma de contar ese momento trágico, pero a través de una mirada donde digamos, la resiliencia y las relaciones de afecto, son los lazos, las conexiones de esa narrativa”. Alicia del Águila, escritora, magister en Ciencias Sociales, conversa con Correo sobre “Días de Zorba” (Cocodrilo Ediciones) una novela en la que Noelia, una oftalmóloga, en medio de una crisis sentimental y sanitaria, se vincula con un perro callejero que lleva muchas historias sobre el lomo. Jorge, expareja de la joven, se une a este trío de seres que buscan una suerte de redención.

¿Un perro callejero como protagonista de una novela, una apuesta calculada? No tengo una respuesta clara que diga esto es así por tal motivo, fueron una serie de situaciones, pero obviamente mi apuesta por un perro fue porque se convirtieron en parte de nuestra vida en la pandemia. En este escenario tan tremendo, me pareció Zorba una imagen interesante, y luego ya después fui trabajando la historia un poquito más con los personajes humanos.

Además, Zorba, con tres patas y callejero... En realidad, yo menciono un perrito en la novela, pero fueron como dos perritos de tres patas que yo vi en la pandemia cuando se podía pasear. Yo también tenía mi perro y con él nos encerramos, y es una suerte de figura, de nuestra resiliencia peruana que ya es recurrente, pero especialmente en la pandemia que fue tan dura en Lima.

Los humanos, protagonistas de la historia, de alguna manera tienen como elemento de contención a ese perrito. En cierta manera la conexión cuando están separados Noelia y Jorge, es el perrito. Cuando entra Zorba a vivir con Jorge, empieza como todos los perritos, a oler, a reconocer el olor de su antigua compañera, en algún momento también la compañera de Jorge, y la de Zorba. Es una especie de conexión afectiva.

¿Cómo fue el proceso creativo de la novela? Lo empecé a escribir en la pandemia, el año 2020. Fue una suerte de purificación emocional, de catarsis, y está conectado el personaje que es resiliente, con el momento de la pandemia. Fue una manera distinta de afrontar esos tiempos, lo otro hubiera sido coger lo primero que se le puede ocurrir a uno cuando hay una pandemia tremenda, empezar a hablar de los hospitales, del número de muertos. Hubiera sido lo más predecible.

Has escrito muchos libros relacionados a tu profesión de socióloga y también poesía y literatura, ¿en cuál de ambos te sientes más cómoda? Yo creo que soy omnívora, soy un poco díscola en ese sentido, es como cuando tú dices me gusta el rock, pero también me gusta la salsa, digamos, depende del momento, depende de los tiempos, de una también. Creo que siento necesidad de las dos cosas, que no es fácil, pero es un ejercicio también tratar de escribir cada cosa en su propio lenguaje, tratar de separar los estilos. Es feo cuando se nota la mano de la socióloga en la ficción, una tiene que ser muy rigurosa en cada texto.

No se puede incluir ficción en textos que exigen mucha rigurosidad. Hay que saber que no puedes coger un ritmo de perreo en la marinera por ejemplo, no, es el contrasentido absoluto, uno es la elegancia y la otra es la insinuación absoluta y directa. Entonces, hay que respetar, y eso es un ejercicio, que sí cuesta y es también parte del proceso.

¿Y luego de “Dias de Zorba” tienes pendiente seguir en la novela, depende de tus tiempos le vas a darle espacio a la literatura? Tengo en mente un proyecto de novela, que por supuesto tomará su tiempo, pero también tengo unos cuentos que están ahí, que quiero publicarlos, me faltaría un par de ellos. Así como “Mirarse a la cara”, mi primer libro de ficción, fue una serie de cuentos con voz femenina, quiero algo un poco más plural, de hecho hay dos cuentos que tienen que ver con el fútbol y con la vida particular de dos personajes varones. Vamos a ver cuál se impone, si la novela o está colección de cuentos, pero la idea es continuar con la literatura definitivamente.