La poesía de Demetrio Quiroz-Malca canta al hombre, a su esencia vital. Desde cuando fue premiado a sus 23 años, su vocación poética ya era firme y con camino definido.
La poesía de Demetrio Quiroz-Malca canta al hombre, a su esencia vital. Desde cuando fue premiado a sus 23 años, su vocación poética ya era firme y con camino definido.

Demetrio Quiroz-Malca (San Miguel de Pallaques, 3 mayo 1924 - Lima, 16 enero 1992). Es una de las voces más altas de la poesía cajamarquina y peruana. Obtuvo el Primer Premio en los Juegos Florales de la Universidad Mayor de San Marcos, en 1947. Posteriormente, en 1955, el Premio Nacional de Poesía “José Santos Chocano”. Luzman Salas, en “Poetas de Cajamarca” (1986), pondera la poesía del vate en el capítulo V, La Plenitud (p. 273). La obra completa “Una voz en el camino” se publicó en el 2014, por gestión de Víctor Hugo Alvítez Moncada y con auspicio de la Municipalidad Provincial de San Miguel, Cajamarca, cuando era alcalde Guillermo Espinoza Rodas.

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Obra reunida

El libro “Demetrio Quiroz-Malca: Una Voz en el camino, Poesía Reunida” (2014), por su condición de “reunida”, constituye una visión del conjunto poético del poeta, identificando su manifestación humana y esencial. En este se reúne catorce poemarios desde “Mármoles y Vuelos” (1947) hasta “Del mundo en que vivimos” (1992).

Prólogos

Manuel Pantigoso reclamó por el sitial de la voz Quiroz-Malca. Lo reitera en su prólogo calificándolo como “uno de los poetas más importantes de la generación del 50″ y sostiene que fue “marginado e incomprendido por quienes no entendieron su temporal alejamiento de los círculos literarios debido a su trabajo como profesor en provincias” (p. 15). Carlos Germán Belli señaló que Demetrio Quiroz-Malca se inició “por todo lo alto”. Precisó que en “Mármoles y Vuelos” optó por abrazar la tradición y posteriormente puso de relieve un refinado lirismo (p. 22). Arturo Corcuera, por su parte, relata que Quiroz-Malca fue su profesor en el colegio cuando él era adolescente (p. 24). Asimismo, Víctor H. Alvitez M. narra que cuando entrevistó a Julio Garrido Malaver, “humano, fraterno, me dio una inolvidable cátedra de literatura peruana y en especial cajamarquina”. “Cuando tratamos sobre el poeta sanmiguelino Demetrio Quiroz-Malca, refirió que era el mejor y más fino poeta entre los poetas cajamarquinos y hasta nacional” ().

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Poética

La poesía de Demetrio Quiroz-Malca canta al hombre, a su esencia vital. Desde cuando fue premiado a sus 23 años, su vocación poética ya era firme y con camino definido. No obstante, identificamos la búsqueda permanente por conseguir y sugerir símbolos. Por más que le tendieron la sombra de la indiferencia, estoicamente resistió porque creía en su credo íntimo que le llegaría la luz como llega a los árboles para seguir creciendo. Cuando leemos a Quiroz-Malca, inmediatamente pensamos y sentimos el perfume rural andino, y entonces, la poesía es la quintaesencia de la naturaleza que nos brinda la serranía sanmiguelina–cajamarquina.

No dudamos de que la poesía de Quiroz-Malca, Garrido Malaver, Marco Antonio Corcuera y Mario Florián seguirán motivando investigaciones. La poesía de esta pléyade ya dejó de ser subsuelo, sobre ella se abren surcos de búsqueda e interpretaciones dentro del universo mágico entre naturaleza y descubrimiento, la alegría primaveral, con júbilo y acentos humanos. Están cerca los amaneceres de luz y justicia para sus obras. La poesía de Quiroz-Malca más fuerte y reunida superará la centuria. En adelante esta se escuchará y difundirá entre la juventud, en tanto y en cuanto los maestros así lo motiven y gestionen.

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Testimonio

Antonio Sarmiento, destacado poeta peruano de los años noventa, ha escrito en redes que “este año se cumple el centenario del natalicio de Demetrio Quiroz-Malca, poeta de la generación del cincuenta. Tuve oportunidad de escucharlo el año 84, en un recital que ofreció en el local de Derecho de la Universidad Garcilaso de la Vega, un jueves en el programa “Testimonio de poeta”, dirigido por César Toro Montalvo.

Recuerdo su palabra de gran contenido humano.Por un lado, muy cercana a la naturaleza, a lo clásico; y, por otro, al prestigio de la metáfora y los símbolos de la modernidad. Fue una lectura vibrante, con muchas anécdotas. Se refirió a “Antología de la poesía peruana” (1973), de Alberto Escobar, ese libro azul de Peisa”. ().

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Ternura poética

La mayoría de opiniones coincide en ratificar la presencia de la ternura en la poesía de QuirozMalca. Leamos el poema “pequeña elegía a una paloma”: El aire, cómplice del hombre,/llevó en su seno/a la muerte./Fue una muerte dulce,/alada,/la que rodó apacible/por la hierba./¡Cuán bella parecía/en su mudez anclada,/en su ebria mudez de altura/la paloma!/Fue una muerte dulce, /Alba/la que cayó del cielo/como un beso./No había herida en el eco,/no había herida en los ojos,/solo un corazón/que sangraba sin protestar/en la hierba” (p. 104). Coincidimos con las apreciaciones de la investigadora Rosa Luz Miranda.

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Homenajes

Desde Chimbote el escritor Víctor H. Alvitez M., hace meses inició el homenaje con videos y lectura de poemas del poeta Quiroz- Malca, llamado “poeta de la ternura”. En Cajamarca recientemente hemos leído y escuchado (3 y 4 de mayo) conmemoraciones por el centenario de su nacimiento, a cargo de la escritora Socorro Barrantes y del filósofo Carlos Reyes Álvarez. Enhorabuena.

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