Para garantizar el éxito de un club de lectura, es fundamental una adecuada planificación y gestión | Foto: Pexels
Para garantizar el éxito de un club de lectura, es fundamental una adecuada planificación y gestión | Foto: Pexels

Los clubes de lectura son espacios que promueven el diálogo literario, el debate y la reflexión crítica en torno a los libros. Para garantizar su éxito, es fundamental una adecuada planificación y gestión.

Álvaro Julián Tejada Sánchez, bibliotecólogo con amplia experiencia en el fomento de la lectura, explica los aspectos clave para su implementación.

Definir el propósito y la dinámica del club

El primer paso es establecer el objetivo del club y su público objetivo. “La temática depende del grupo al que está dirigido: adultos, mayores, jóvenes, escolares o personas con alguna discapacidad. Esto determinará el tipo de libros y el enfoque de las discusiones”, señala Tejada. La selección de libros puede ser realizada por el mediador o por votación grupal.

En cuanto a la frecuencia de reuniones, se recomienda una estructura flexible que se adapte a los participantes. “Puede ser semanal, quincenal o mensual. También es importante combinar reuniones sincrónicas (en vivo) y asincrónicas (a través de plataformas digitales) para facilitar la participación”, añade.

Estrategias para una participación activa

La moderación es clave para el éxito de un club de lectura. Tejada resalta la importancia de la tolerancia y el respeto en las discusiones: “Se debe evitar criticar opiniones ajenas. También es recomendable formar grupos según la edad, ya que la comprensión y la relación con los textos varían según la etapa de vida”.

Otro aspecto fundamental es la organización logística. En los clubes presenciales, se debe procurar un espacio adecuado, como una biblioteca o una sala de reuniones. Para los encuentros virtuales, es esencial contar con una conexión estable y plataformas accesibles como Zoom o Google Meet.

Evaluación y mejora del club de lectura

Para medir el impacto del club, se pueden utilizar encuestas de satisfacción y grupos de discusión. “Es importante que el mediador de lectura converse con los participantes para conocer su percepción y hacer ajustes”, comenta Tejada. Además, recomienda mantener el carácter libre del club en entornos escolares, para que la lectura sea un placer y no una obligación académica.

El éxito de un club de lectura radica en la conexión que los lectores establecen con los libros y en la riqueza de los intercambios que se generan. Con una planificación adecuada y un ambiente participativo, estos espacios pueden convertirse en poderosos motores de fomento de la lectura y el pensamiento crítico.

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