Talentoso fotógrafo llegó a Lima para presentar su libro ""Vargas Llosa: El escribidor y la vida", un resumen en imágenes de 30 años de amistad con el escritor.
Talentoso fotógrafo llegó a Lima para presentar su libro ""Vargas Llosa: El escribidor y la vida", un resumen en imágenes de 30 años de amistad con el escritor.

Daniel Mordzinski lleva sin culpa esa etiqueta que lo señala como “el fotógrafo de los escritores”. Lo asume con naturalidad, sin rollos de por medio, ¿la razón?, ante lo inevitable, él mismo se puso ese rótulo imaginario en el pecho.

“La verdad, la primera vez que lo escuché me molestó, me pareció reductor, cursi, un mal titular; hasta hace algunos años, cuando fui a presentar un libro a la FIL de Guadalajara”, cuenta Mordzinski.

“Estaba en una ronda de entrevistas y en la tercera charla me di cuenta que el periodista no tenía la menor idea de quién era yo, ni se acordaba de mi nombre. Ante ese incómodo escenario, le dije: soy el fotógrafo de los escritores. Me salió del alma, para ser elegante y respetuoso con el colega, inmediatamente pensé, qué huevón soy, ahora ese título no te lo saca nadie porque lo has dicho tú”, cuenta sonriente el fotógrafo, que presentó en la FIL Lima 2025, “Vargas Llosa: El escribidor y la vida” (Editorial Planeta), un resumen en imágenes de 30 años de amistad con el Premio Nobel de Literatura.

Un libro que es un verdadero tributo a la amistad. Yo aprendí a amar a Perú gracias a Mario Vargas Llosa, yo no puedo conjugar Vargas Llosa en pasado. Son muchos años de conocerlo, la primera vez que retraté a Mario fue en 1993 y de allí hubo muchos encuentros, siempre entrañables. Sinceramente a mí no me gusta reivindicar grandes amistades con gente muy famosa, desconfío mucho de los amigos que son los Roberto Carlos, esos que tienen un millón.

Estamos en tiempos de redes en el que todos presumen de sus amigos. Sí, y te cuento sin revelar nombres, que yo estuve en Estocolmo invitado por Mario cuando recibió el Premio Nobel y no paro de encontrarme con gente que dice que estuvo presente y que yo nunca vi y menos mi cámara.

Tu registrando sus imágenes y él las retribuye con palabras. Mario escribió tres textos sobre mí, soy un afortunado, lo hizo con elegancia como era él, y también desde la admiración. Son textos muy literarios, no son el culto a Mordzinski, inclusive el prólogo del libro que nos convoca y que me trajo a Lima es un texto muy generoso, muy bello desde el título: “Contra el río del tiempo”.

"Muchas veces he constatado que los escritores, cuanto más célebres son, más humildes se convierten. A veces el problema no son ellos sino el mundillo que los rodea", dice Daniel Mordzinski.
"Muchas veces he constatado que los escritores, cuanto más célebres son, más humildes se convierten. A veces el problema no son ellos sino el mundillo que los rodea", dice Daniel Mordzinski.

¿Y en qué momento Mario Vargas Llosa acepta una de tus “fotinski”? En uno de nuestros encuentros le recordé que después de tantos años de complicidades, de amistad, de fotografías, nunca le había hecho una fotinski (foto poco convencional). Me dice: ¿Qué es eso? Le digo, Mario, una foto, Mordinski, Fotinski, y él se queda en silencio . Él le tenía mucho miedo al ridículo, y tardó muchos años en entender que no lo iba a traicionar, ni menos hacer trampa con una foto.

Tuviste que explicarle muchas veces qué es lo que buscabas. Le expliqué la idea de la foto que me gustaría hacer. La mejor manera de sacarlo de su pose acartonada de escritor, es proponerle otra para salirme del lugar común de la literatura, que son los libros, y las bibliotecas. Pensé que tras su silencio me iba a decir que no, pero me respondió: hagamos tu foto rara.

Fue así que salió la foto de Vargas Llosa escribiendo en una cama y alumbrado con una vela.. Cuenta en sus memorias que se quedaba por las noches leyendo de pequeño y su mamá pasaba y decía: ya Mario apaga la luz. Y él qué hacía, se metía debajo de la cama y con una linterna seguía leyendo. Pues yo no encontré una linterna en esos pocos minutos que se me ocurre la fotinski y encuentro una vela en el hotel. Le paso una libretita que siempre llevo a los festivales para tomar notas, se la doy a Mario y él empieza a escribir sin que yo se lo pida .

Tuviste la foto que es una de las más importantes del libro y un texto escrito por Mario Vargas Llosa. Yo conozco la obra del gran novelista, ensayista y novelista, y cuando me entrega la libreta leo un poema. En ese momento dije, tengo un poema de Vargas Llosa, inédito, pero qué maravilla. Le mando la foto del texto a Fernando Iwasaki y él me responde que lo escrito era de César Vallejo. Mientras, yo lo retrataba, Mario llenaba páginas con poemas de Vallejo. Tengo esa joya.

¿Los escritores tienen el ego muy inflado? Si tú y yo tuviéramos el reconocimiento y las tentaciones que te da ser famoso, seríamos vanidosos e insoportables.

¿Pero tu experiencia que te dice? Muchas veces he constatado que cuanto más célebres son, más humildes se convierten. A veces el problema no son ellos sino el mundillo que los rodea, esa es la verdad.