Documental Rehenes revive histórica toma de residencia de embajador de Japón
Documental Rehenes revive histórica toma de residencia de embajador de Japón

Tras dos años de investigación y rodaje, el director uruguayo Federico Lemos estrena en Lima Rehenes, un documental que presenta testimonios de gran parte de los protagonistas de la toma de la residencia del embajador de Japón en Perú por parte del . Cabe recordar que este suceso se produjo el 17 de diciembre de 1996 y concluyó 126 días después, el 22 de abril de 1997, con el rescate de 72 rehenes y la muerte de los 14 terroristas encabezados por Néstor Cerpa Cartolini.

La película, que se apoya de imágenes difundidas en aquel entonces, destaca las actuaciones del vicealmirante (r) Luis Giampietri, del excanciller Francisco Tudela, del cardenal Juan Luis Cipriani y del comando Chavín de Huántar.

El filme también presenta dolorosos testimonios de los deudos; en esa ocasión, murieron, aparte de los 14 terroristas abatidos, dos oficiales (Juan Valer Sandoval y Raúl Jiménez Chávez) y un rehén (Carlos Giusti Acuña). Los familiares de los terroristas reclamaban ver los cadáveres, pero nunca se los permitieron. Después iniciaron juicios contra los comandos.

VIO LA NOCHE

“Cuando ocurrió la toma, pensé que yo ya era hombre muerto; porque creía que era Sendero Luminoso”, rememora Tudela.

Otro de los momentos desagradables que nunca olvidarán los rehenes es el mal olor que gobernaba en la residencia del embajador Morihisa Aoki por falta de agua. Nadie se duchaba y había excremento por los rincones, además de la visita de los roedores.

“Estábamos viviendo en la mugre más absoluta, pero nada de esto te quitaba la dignidad”, manifiesta Tudela a la cámara de Lemos.

REFLEXIONAR

Rehenes, que también cuenta con entrevistas a los periodistas Edmundo Cruz, David Hidalgo, Claudia Cisneros, Ricardo Uceda y el exprocurador José Ugaz, nos invita a reflexionar para intentar perdonar y sanar las heridas.

“Era importante, dentro de lo que es el concepto y el nombre de la película, englobar a todos los que participaron en ese hecho y que todos eran rehenes de una situación conflictiva y dolorosa. El desafío era mostrar todas las aristas de la historia e intentar comenzar a acercar quizá las partes; además, ver cómo un país tan dividido y tan polarizado políticamente en las últimas décadas puede llegar a entender y trabajar el tema del perdón y del dolor así como empezar a cicatrizar heridas para comenzar a construir un nuevo futuro”, comenta Lemos a Correo.

APOLÍTICO

En medio de un debate por el posible indulto al expresidente , que en aquel entonces parecía ser el héroe de la historia, el realizador señala que su película no tiene “ningún tipo de intencionalidad política ni busca resaltar la figura de Fujimori, ni hundirla, ni enaltecer al MRTA, ni ponerlos como los malos o los buenos”.

“Mi intención es contar una historia, mostrar todos los lados posibles de la historia, humanizar a todos los personajes de la mejor manera posible, generar debate, cuestionamientos. Esta película simplemente intenta acercar partes y reflexionar”, concluye Lemos.

En una de sus intervenciones, Tudela nos hace saber que el dolor sigue latente, que la herida sigue abierta. “El Perú no puede pasar la página, todo está atrapado aún en el pasado”.

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