Vargas Llosa cultivó también en forma luminosa, orientadora y desbrozadora el ensayo y los artículos de opinión, publicados en los más importantes diarios del mundo.
Vargas Llosa cultivó también en forma luminosa, orientadora y desbrozadora el ensayo y los artículos de opinión, publicados en los más importantes diarios del mundo.

Mario Vargas Llosa no es solo uno de los grandes novelistas de la literatura universal, sino también un extraordinario ensayista y crítico, cuyo ejercicio lo ha plasmado en múltiples artículos y diversos libros, a los que dedicamos hoy una especial atención.

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EL PEZ EN EL AGUA (1993)

En este exhaustivo y vigoroso libro, el autor refiere dos etapas primordiales de su vida: la primera, comprendida entre 1946 —años de su infancia, en que se le aclaró que su padre, en realidad, no había muerto, sino que se había separado de su madre, y que entonces recién le fue presentado y con quien prácticamente no hubo ninguna compenetración— y 1958, cuando el joven escritor viajó a Europa.

La otra parte, seguramente la más crucial y descarnada, muestra su testimonio de la campaña electoral por la presidencia de la república, cuando se enfrentó a Alberto Fujimori, quien fue preferido por los electores porque, como sus ancestros orientales, representaba al “chinito” trabajador, mientras que Vargas Llosa era mostrado, no como probo, capaz e inteligente, sino como el “candidato de los ricos”. Tras esta indolente etapa del electorado peruano, Vargas Llosa volvió a Europa, seguramente no dolido por la derrota electoral, sino desengañado del precario nivel educativo y cultural de la masa electora. El hecho central es que, bajo los efectos de esta dura experiencia alimentada por la demagogia, la astucia y el arribismo, retomó su irrenunciable ejercicio literario. La obra es también uno de los más vigorosos testimonios del escritor.

EL LENGUAJE DE LA PASIÓN (2001)

Como se ha indicado, Vargas Llosa cultivó también en forma luminosa, orientadora y desbrozadora el ensayo y los artículos de opinión, publicados en los más importantes diarios del mundo. Gran parte de sus artículos fueron reunidos en 2001 en el volumen “El lenguaje de la pasión”, en el que desarrolla temas cruciales, polémicos y decisivos, como el trasplante de órganos, la eutanasia, la migración, el aborto, el amor libre, la corrupción política y de gran parte del clero. Lenguaje elegante, polémico, argumentativo; los textos incluidos constituyen un claro y orientador ejercicio de análisis, crítica y estilo cautivante.

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LA VERDAD DE LAS MENTIRAS (1993)

El contenido de esta obra se aprecia mejor en el subtítulo: “Ensayos sobre la novela moderna”, en la que el autor desarrolla su pensamiento central: “Sólo la literatura dispone de las técnicas y poderes para destilar ese delicado elíxir de la vida: la verdad escondida en el corazón de las mentiras humanas”. La singular obra es un análisis, comentario e interpretación de un conjunto de unas veinticinco novelas. El pensamiento central es aleccionador: “Por delirante que sea una novela hunde sus raíces en la experiencia humana, de la que se nutre y a la que alimenta”.

Entre las novelas analizadas figuran “El lobo estepario”, de Hermann Hesse; “Santuario”, de William Faulkner; “El poder y la gloria”, de Graham Greene; “El extranjero”, de Albert Camus; “El doctor Zhivago”, de Boris Pasternak; “El tambor de hojalata”, de Gunter Grass. El valor del volumen está sintetizado en esta frase: “es una apasionada apuesta por la permanencia de ese fuego provocador que es la literatura, universo de la plena libertad humana”.

LA UTOPÍA ARCAICA (1996)

Vargas Llosa siempre marcó distancia y cuestionó seriamente el valor del indigenismo por su opción de lo nativo, de lo local, de lo parroquial; por su mirada que privilegiaba el pasado y su expresa renuncia a la modernidad, cuando el mundo avanza a la globalización. Por eso, del conjunto de escritores indigenistas sólo reconocía el excepcional valor de Arguedas, a quien también valoró con ocasión del Discurso en la recepción del Premio Nobel de Literatura. Por eso mismo, Vargas Llosa explicaba que optar por este tipo de literatura constituye una utopía; es decir, algo inactual, irrealizable, sin futuro. Es lo que también se desprende del subtítulo: “José María Arguedas y las ficciones del indigenismo”.

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CARTAS A UN NOVELISTA (1997)

Como resultado de su experiencia como escritor, en este didáctico y testimonial libro, Vargas Llosa desarrolla los temas sobre los orígenes de las novelas, el uso de los aspectos autobiográficos, los problemas de la libertad y responsabilidad del escritor. En lo primordial, se dirige a un aspirante a narrador, a quien le explica su testimonio y sus dudas, así como sobre los probables temas que podrían interesar a quienes tienen la vocación y talento para la literatura, especialmente la narración; además incide en el esfuerzo, la constancia y la disciplina irrenunciables, porque la vocación por sí sola no es suficiente.

Otros aspectos se relacionan con el significado de los premios, el reconocimiento, la venta de los libros el prestigio social del escritor; también habla del fondo y la forma de los textos, el estilo, la técnica narrativa, los datos escondidos. Concluye sus experiencias y recomendaciones con esta cita de Gustav Flaubert: “Escribir es una manera de vivir”.

LA MIRADA QUIETA (De Pérez Galdós, 2022)

Nuestro ilustre escritor reconoce que el narrador español Benito Pérez Galdós fue un extraordinario y esencial escritor entre fines del siglo XIX y comienzos del siguiente. En esta obra Vargas Llosa analiza las novelas, obras teatrales y sus Episodios nacionales, para trazar un perfil completo, personal y sugerente del escritor analizado. De manera sintomática, expresa en la introducción: “Galdós hizo lo que Balzac, Zoila y Dickens hicieron en sus respectivas naciones: contar la historia y la realidad social de su país”.

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