La obra de César Vallejo puede ser un gran aliciente para los nuevos poetas o, en la mayoría de casos, una maldición.

Los que se acercan demasiado a su tono, por ejemplo, suelen ser un remedo del autor de “Trilce”.

La poesía de Vallejo es inmensa y como muestra están los innumerables ensayos, investigaciones y homenajes sobre sus libros.

Por ello, el poemario “Expediente Vallejo” de Johnny Barbieri es una apuesta arriesgada y, por qué no decirlo, admirable.

El escritor construye una estructura protagonizada por un profesor que se reencuentra con el libro “114 Cartas de César Vallejo a Pablo Abril de Vivero”, editado por Juan Mejía Baca.

La primera parte trae poemas que tienen como disparadores y epígrafes a los fragmentos de dicha correspondencia. El docente habla por Vallejo y retrata la soledad, la enfermedad, las preocupaciones del vate.

Barbieri toma las referencias vallejianas pero no se queda en la imitación: compone una voz propia en el filo de la adjetivación, el oxímoron y los elementos de la vida y obra de Vallejo.

En la segunda sección, el profesor deja las citas y recuerda más pasajes de la biografía del poeta: no solo se queda en el dolor, sino que poetiza sobre el amor, el deseo, la amistad.

La última parte es una mirada personal del docente sobre los lugares donde estuvo Vallejo en París.

Johnny Barbieri ha logrado escribir un Vallejo personal que, a la vez, nos acerca más al poeta universal.

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