En “España, aparta de mí este cáliz”, figuran personajes vigentes en la actualidad: Pedro Rojas, Ramón Collar, Ernesto Zúñiga, todos paradigmáticos.
En “España, aparta de mí este cáliz”, figuran personajes vigentes en la actualidad: Pedro Rojas, Ramón Collar, Ernesto Zúñiga, todos paradigmáticos.

Antonio Merino Bernardino, (España, 1958) estudió en los institutos “Ramiro de Maeztu” y “Tirso de Molina” de Madrid. También cursó un doctorado en Psicología Cognitiva por la Universidad Complutense, y de Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid. Se especializó en Literatura Comparada y Literatura Hispanoamericana. Fue profesor invitado por universidades de Nicaragua, Colombia, Alemania, Francia y o de Trujillo. Es cofundador, con Nadine Ly, del Centro Internacional de Estudios Vallejianos (Universidad de La Habana - Universidad de Bordeaux III). En Trujillo, el 14.04.25 presentó su nuevo libro “En torno a César Vallejo” (UCV, 2025). De su investigación, publicó, con Julio Vélez (+), “España en César Vallejo” (1984), que hoy comentamos.

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Poesía

Merino sostiene que la poesía de Vallejo es la más renovadora de Hispanoamérica entre las etapas posromántica-modernista en cuanto a la renovación estética de las vanguardias. Merino y Vélez (+), en el primer tomo, estudian la poesía vallejiana y contiene: 1. La noticia sobre los hechos reales que parecen haber suscitado en Vallejo la escritura del final de “España aparta de mi este cáliz” (T. 1, pp. 121-124) y del poema sobre Pedro Rojas (pp. 130-132); 2. La noticia sobre la primera impresión y sus características (pp. 141 ss.); 3. La reproducción facsimilar de la 1ra. Ed. de España (pp. 173-233), a la cual se daba por perdida e identifican ed. Montserrat; 4. El estudio de las variantes entre la edición facsimilar, la Montserrat y la Larrea de España (pp. 271-294); 5. La publicación de la Apelación desde Madrid a los escritores hispanoamericanos (T. 1, pp. 19-21).

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España

En “España, aparta de mí este cáliz”, figuran personajes vigentes en la actualidad: Pedro Rojas, Ramón Collar, Ernesto Zúñiga, todos paradigmáticos. Son reales e imaginarios en escenas, con la maestría poética vallejiana. El poeta es sacudido por el dolor colectivo, por la “imagen española de la muerte” —así titula al poema V—, no ve optimismo por consigna. La guerra civil española es masacre e inmolación. La exposición de la contienda en Vallejo es congoja y exclamación. El libro comienza con un himno, y termina con un réquiem. Nuestro vate tiene una actitud cristiana. España debe cuidarse de los leales y de los desleales, de las víctimas y de los victimarios. “¡Cuídate, España, de tu propia España!”, dice en el poema XIV: “¡Cuídate de los que te aman! / ¡Cuídate de tus héroes! / ¡Cuídate de tus muertos! / ¡Cuídate de la Republica! / ¡Cuídate del futuro!”.

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Referencia

Merino y Vélez (+), en “España en César Vallejo”, consideran que el poeta “utilizó como fuente una crónica de Antonio Ruíz Vilaplana titulada “Doy fe”. Esta da testimonio de la barbarie franquista, por el hallazgo de cadáveres. En Burgos, Ruíz Vilaplana ve el cuerpo apaleado de un campesino que lleva en el bolsillo de su chaqueta un papel con la leyenda retomada en parte por Vallejo, quien usó el metatexto, plurisignificativo, en su contenido y sugerencia. Vallejo da su versión lírica de la guerra de España; es elegíaco. Cita acciones y lugares: cerco de Madrid, retroceso desde Talavera, bombardeo de Guernica, caída de Málaga, toma de Gijón y destrucción de Durango. Nuestro cholo Vallejo administra libremente las licencias propias del ejercicio poético. Vallejo recrea los antecedentes basándose en evidencias comprobables; como escribió Saul Yurkievich.

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Crístico-social

Vallejo, inmensamente humano desde el cristianismo (Cáliz), se refiere a “Pedro” Rojas, quien: Solía escribir con su dedo grande en el aire: ¡Viban los compañeros! Pedro Rojas, / de Miranda de Ebro, padre y hombre, /marido y hombre, ferroviario y hombre, / padre y más hombre, Pedro y sus dos muertes. / Pedro Rojas, así, después de muerto, / se levantó, besó su catafalco ensangrentado, / lloró por España. / y volvió a escribir con el dedo en el aire: /¡ Viban los compañeros! Pedro Rojas. / Su cadáver estaba lleno de mundo. /

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Narrativa

El segundo tomo comprende la prosa de Vallejo en torno a España, conteniendo: “Crónicas y enunciados (España 1925-1937)” (pp. 7-112), y como Apéndice la tesis de nuestro poeta sobre “El Romanticismo en la poesía castellana”(pp. 115-171), un “Cuadro sinóptico de Vallejo y España”, una “Bibliografía general” (pp. 205-249) y otra “Bibliografía citada” (pp. 251-253). Se insertan reproducciones de facsímiles vallejianos, un mapa de los viajes de Vallejo a España (pp. 256-262) y un “Índice onomástico” (pp. 263-266). Asimismo, se considera el aspecto histórico-social de sus primeros años —Escalas (melografiadas) y Fabla salvaje— hasta el indigenismo profundo de “Hacia el reino de los Sciris” y el cuestionamiento de la realidad social de “El tungsteno”. Todas estas narrativas constituyen una sólida muestra de la realidad hispanoamericana.

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Teatro

Finalmente, Antonio Merino difundió doce obras de teatro póstumas de Vallejo que nos permiten contextualizar los soportes culturales, sociales y económicos de dos continentes, América y Europa, en un periodo muy concreto (1923-1938). Con la edición del Teatro completo, hoy se puede acceder a lo facsimilar y dactilográfico, y obtener una cautivante lectura desde “Los Topos” hasta “La piedra cansada”. Enhorabuena, Antonio Merino, Honoris Causa Universidad César Vallejo, 2025.

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