Estrenan documental sobre labor del periodista que acompañó a Miguel Grau
Estrenan documental sobre labor del periodista que acompañó a Miguel Grau

Hace dos años, Luis Enrique Cam se sumergió en la lectura de una minuciosa biografía que José Agustín de la Puente publicó sobre Miguel Grau y quedó sorprendido con el silencioso trabajo que realizó el periodista peruano Julio Octavio Reyes como corresponsal de guerra de La Opinión Nacional a bordo del heroico monitor Huáscar durante la campaña naval de la Guerra del Pacífico (1879-1883).

Pero ese pequeño dato no le bastaría, pues a partir de aquella información, el cineasta decidió investigar todo el trabajo periodístico de Reyes en el Huáscar para realizar un documental, titulado El corresponsal del Huáscar, que recree su labor y su importancia en el desarrollo de la guerra contra Chile.

“Yo siempre estoy al tanto de descubrir estas historias, que son como tesoros que están allí, olvidados”, nos comenta Cam, director de los documentales Qué bien se está en el Perú (2010), Madeleine Truel, la heroína peruana de la Segunda Guerra Mundial (2012), Héroe olímpico, la hazaña de Edwin Vásquez (2013) y Ernesto Pinto-Bazurco, un peruano en el Tercer Reich (2014).

“José Agustín de la Puente cita el párrafo de una crónica de Reyes y eso me llamó la atención porque la guerra con Chile fue el periodo más crítico, la crisis más profunda del Perú republicano, y la gente de aquella época, me imagino, estuvo expectante de lo que pasaba en el frente de guerra y que allí hubiera un corresponsal que enviara información sobre lo que estaba aconteciendo; me pareció muy interesante. Entonces, una tarea inicial fue ubicar las 22 crónicas de Julio Octavio con el fin de que estas sean el hilo narrativo del documental”, cuenta el realizador que, para no centrarse solo en el periodista, añade el contexto en el que se desarrolla la guerra y los motivos que llevaron a que Chile le declarara la guerra al Perú.

OPINIÓN DE EXPERTOS. Para enriquecer su documental y refrescarnos la memoria, Cam entrevistó a historiadores de ambos países y a expertos en geopolítica como Héctor López Martínez, Teodoro Hampe, José Agustín de la Puente, Fernando Grau (marino y bisnieto del héroe), además de valerse de los comentarios de la periodista Cecilia Larrabure por su experiencia como corresponsal de guerra y del escritor chileno Carlos Tromben, que este año publicó Huáscar, una novela sobre la cacería y la caída de nuestro monitor el 8 de octubre de 1879, día en que se produjo el histórico Combate de Angamos. Todos resaltaron y reconocieron la caballerosidad de Grau.

“También cuento con el análisis geopolítico de Francisco Tudela, que va más allá de explicar la simple causa de la guerra que suele mencionarse: el conflicto por el salitre entre Chile y Bolivia. Me parece interesante que se mencionen otro motivos por los que se inicia el conflicto”, explica el director, quien recuerda datos como, por ejemplo, que Perú tenía un pacto con Bolivia.

“Había un fuerte riesgo de que si Perú no asumía su rol, Chile podía aliarse con Bolivia para apropiarse de las provincias del sur. Estábamos entre la espada y la pared”, explica Cam tras recordar que el cronista del Huáscar no solo se dedicaba a describir los acontecimientos, sino que dejaba la pluma para ayudar a los oficiales en los momentos más críticos de la guerra. “Julio Octavio se desempeñó de una forma valiente en la guerra. Era un combatiente más. También se desempeñó como secretario personal de Grau y eso lo corrobora Melitón Carvajal en el certificado oficial de todo lo que realizó Reyes abordo del Huáscar”, señala.

AUSENTE. Por cosas del destino, por mala o buena suerte, el cronista no estuvo a bordo del monitor el día que Grau y los tripulantes del Huáscar cayeron en Angamos. Reyes y algunos oficiales se habían quedado en el puerto de Iquique para realizar gestiones, pero no contaron con que la embarcación se marcharía antes de lo previsto porque se avecinaba el enemigo.

Tras la firma de la paz, Andrés Avelino Cáceres nombra a Reyes suprefecto de Paita después de unirse a la resistencia. Cuando Nicolás de Piérola asume la presidencia, Julio Octavio se autoexilia a Guayaquil. Allí funda un nuevo diario y muere en 1903.

“La idea de este documental es que aprendamos la lección, sin ningún ánimo beligerante ni revanchista. He tratado de rescatar el trabajo de los oficiales y los tripulantes, sobre todo busco emocionar al espectador”, dice Cam.

El documental, que se exhibirá mañana sin costo en el local de la Fundación Telefónica (Alt. Cdra. 11 de la Av. Arequipa) en dos turnos (11 a.m. y 6 p.m.), viene acompañado con un libro que reúne todas las crónicas de Julio Octavio Reyes y otros anexos. El ejemplar ya se encuentra en librerías, pero sin el material fílmico, pues el director espera difundirla a nivel nacional a través de la señal de una casa televisiva.