Hace una semana falleció el reconocido poeta, escritor y crítico de literatura y de teatro, Manuel Pantigoso Pecero (Lima, 1936). Fue doctor en literatura y filología y doctor en educación, y profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
También realizó estudios de posgrado en literatura, pedagogía y arte en Perú, Brasil, España e Italia.
Su hijo, el reconocido abogado especializado en materia tributaria, Francisco Pantigoso Velloso da Silveira, en un sentido homenaje dijo: “Se nos ha ido un grande de la literatura peruana porque deja un legado enorme a la cultura porque fue poeta, dramaturgo, filósofo, crítico de arte, académico de la Lengua, gestor cultural, periodista”.
Provenimos, dijo, de una familia de artistas; mi abuelo -su padre- fue Manuel Domingo Pantigoso, notable pintor de la época de oro de los independientes y Premio Nacional de Pintura de 1990. “De él proviene la fecunda creatividad de mi padre”, agregó.
Mi padre, según agregó, también fue Miembro Correspondiente de la Academia de Letras de São Luiz de Maranhão (Brasil) y obtuvo los Premios Nacionales Javier Prado (1970) y de Teatro Escolar (1980 y 1983), las Palmas Magisteriales del Perú en el Grado de Maestro (2000), el Premio Internacional Publicación Thesaurus de Poesía (Brasilia, 2008), así como la “Médaille de l’Assemblée Nationale Française” (París, 2009).
Reconocimiento. El año pasado, el Estado Peruano le otorgó la “Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el Grado de Gran Oficial” por su fecundo aporte a la cultura y a la educación en el Perú, a través de no menos de 100 libros de su autoría.
Pantigoso Velloso da Silveira refirió que en los poemarios de su padre destacó el rigor de la palabra, plena de sensibilidad, con hondo pensamiento filosófico y compromiso con la historia y el país, teniendo como ejemplos a Salamandra de Hojalata, Sydal, Reloj de Flora, Contrapunto de la Mitomanía, Nazca, Amaromar, Arte-Misa, Calicantos de la Pared del Viento, Sueños al canto (antología), En-clave de sol del color (francés-español), Antología Pessoal (portugués-español), Retablo de la Naturaleza, Los siete universos del Jardín de Magdalena.
A modo de colofón dijo que “queda en nosotros y en el Perú entero sus enseñanzas, su legado recién comenzará a revisarse a fondo y trascender por su universalidad”.
