Reseñamos “Eternidad de la Noche”, libro que reúne las cartas de César Moro enviadas a Emilio Adolfo Westphalen. (Archivo de obra plástica, documental, bibliográfica y fotográfica de César Moro, que se encuentra en Tenerife Espacio de las Artes)
Reseñamos “Eternidad de la Noche”, libro que reúne las cartas de César Moro enviadas a Emilio Adolfo Westphalen. (Archivo de obra plástica, documental, bibliográfica y fotográfica de César Moro, que se encuentra en Tenerife Espacio de las Artes)

Las cartas de César Moro a Emilio Adolfo Westphalen, enviadas entre 1939 y 1955, acaban de ser publicadas bajo el título de “Eternidad de la Noche”.

Parte de esta correspondencia fue publicada por Westphalen en “Vida de poeta”, en 1983, con un tiraje reducido. Ahora, se abarca una compilación más completa, con notas bibliográficas, fotos y una traducción al francés de su hija Inés Westphalen.

Se trata de una cartografía de la vida de Moro en México y Lima, con sus pesares, disfrutes y esfuerzos por hacer poesía y pintura, arte, sin tiempo ni dinero ni salud. Pero también es una mirada hacia el surrealismo, el mundo editorial, lecturas de los poetas: en síntesis, las inquietudes y exploraciones de una época.

Por momentos, sin las respuestas de Westphalen, la correspondencia parece un diario íntimo y, así como en su obra poética, el amor lo atraviesa todo: desde la tristeza, el dolor, hasta el placer, la esperanza. “Ese fervor en el que vivo”, escribe Moro.

Se puede creer que, para los poetas, la literatura es lo más importante, pero no suele ser así: la vida siempre será lo fundamental.

Por eso, la amistad es el otro gran tema del libro. Westphalen no solo lo salva con apoyos económicos o mensajes familiares, sino que lo saca de la soledad y la pena, de esa noche interminable. Moro lo resume con una hermosa definición: “Un amigo es una criatura excepcional”. Y no hay mayor poesía que esa verdad.