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Sebastián (Emanuel Soriano), un soldado que deseaba ser músico, apunta con su fusil a Rafael Rodríguez Rapún (Franklin Dávalos), el último amor del poeta Federico García Lorca (Mario Ballón), en una habitación de un hospital militar, durante la Guerra Civil de España (1936).

Sebastián, de 17 años, tiene miedo pero permanece con el arma en alto, amenazante, como le ordenaron sus superiores franquistas, para intentar dominar el carácter rebelde de Rafael, quien debe curarse de sus heridas para luego morir en un pelotón de fusilamiento.

A pesar de su condena, de sentir el gélido aliento de la muerte en sus espaldas, el prisionero republicano intenta convencer a Sebastián de que lo ayude a resguardar los escritos de García Lorca, una obra que perdurará más allá de su época y de sus vidas. El soldado, agobiado por la duda, el temor y el odio, continúa con su fusil en alto, preparado para disparar. Sin embargo, Rafael, con la voz de Federico en su mente, que llega con el recuerdo de cartas y versos del vate español, usa la palabra para que Sebastián entienda que puede existir un diálogo subsanador, alejado de las batallas bélicas o verbales, entre dos personas con pensamientos distintos.

En la obra La piedra oscura, escrita por el dramaturgo español Alberto Conejero y dirigido en el Perú por , la conversación de Rafael y Sebastián, con las evocaciones al poeta Federico García Lorca, se convierten en un espacio donde anidan la solidaridad y la memoria.

Presencia

La piedra oscura, que mezcla realidad y ficción, contó con un gran recibimiento en España y a nivel internacional, por la reflexión sobre un contexto histórico que, a pesar de los años, se sigue manifestando en la actualidad.Para la producción peruana, que se estrena hoy, a las 8:00 p.m., en el Teatro de Lucía (Calle Bellavista 512, Miraflores), el actor y director Alberto Ísola decidió darle una presencia física a la voz en off de García Lorca que se escuchaba en las puestas en escena en los teatros de España.

"Nosotros hemos ido en una dirección contraria, curiosamente. Federico está, pero en el recuerdo de Rapún. Por eso también aparece. Porque Federico está, está en el recuerdo de todos. Es cierto que su cuerpo no está, que no lo encuentran -una cosa tremenda-, pero está, es parte de la vida de tanta gente. Está”, comentó Ísola a Correo.

Por ello, el actor Mario Ballón le dará voz, cuerpo y sensibilidad al fallecido poeta, de quien no existen registros sonoros.“Hubiera sido hermoso poder escucharlo, pero no busco imitarlo. Me he preocupado por apropiarme de su espíritu. (...) A pesar de que la historia está contextualizada en la década del 30, es súper actual. Escucho los textos y siento que muchas cosas realmente están expresando nuestro sentir como ciudadanos y peruanos”, comentó Ballón.

Polarización

En La piedra oscura, Rafael y Sebastián representan dos bandos polarizados, un enfrentamiento que se refleja en la coyuntura nacional, donde la opinión pública se ha divido, atacándose con insultos, por el indulto concedido al expresidente Alberto Fujimori y la campaña de “reconciliación” del gobierno de .

“La palabra del año (reconciliación) es una palabra que no quiero usar, porque pienso que está manipulada para otros intereses. Esta obra no habla de eso, sino de un diálogo distinto, de algo mucho más básico. De dos seres humanos que están en una situación límite y que están diseñados por la sociedad para nunca encontrarse. Pero ahí está la labor del arte para que lleguen a entablar una conversación, para que hablen desde su humanidad, no desde otros intereses”, manifestó Franklin Dávalos.

Mientras que Emanuel Soriano contó que le conmueve el miedo revestido de odio que transmite su personaje Sebastián para acallar los comentarios de Rafael Rodríguez Rapún.“Me conmueve mucho su miedo, que tienen muchos peruanos, que lo ves en Twitter, en las redes sociales. Cuando ves esas personas que te lanzan unos comentarios horribles, digo: ‘Qué fuerte lo que debe estar viviendo esta persona para tirar su odio’”, reflexionó el actor.

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