En este género consignamos, en primer lugar, la producción de Lorenzo Morachimo Torres, nacido en Otusco, pero que se crio y educó en Huamachuco.
En este género consignamos, en primer lugar, la producción de Lorenzo Morachimo Torres, nacido en Otusco, pero que se crio y educó en Huamachuco.

El 25 de abril de 1861, el gobierno del mariscal Ramón Castilla promulgó la ley de creación de la , con sus distritos de Otusco, Salpo, Usquil, Lucma y Sinsicap. La ocasión es propicia para ofrecer una muestra de la creación literaria cultivada en el ámbito de la capital de la respectiva provincia; no de sus distritos. Tema que reservamos para otra ocasión.

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TRADICIÓN ORAL Y POPULAR

El más lejano antecedente de recopilación del relato de tradición oral en la región es el sacerdote Jesús Calderón Urbina, quien, bajo el seudónimo de “Rondel”, publicó en 1969 sus “Leyendas del Departamento de La Libertad”, con prólogo de su paisano, el narrador popular y costumbrista Euclides Santa María Corcuera.

También en 1998, el geógrafo y científico social Efraín Orbegoso Rodríguez publicó el volumen “Mitos y leyendas de Otusco”, que recoge varios relatos en diversos lugares de la provincia, como: “El nombre de la Virgen de la Puerta” (Otusco), “La virgen que no quiso estar en Chuquizongo” (Usquil), “El encanto del cerro El Urpilllado” (Sinsicap), “La virgen del sombrerito” (Salpo).

EL CUENTO FOLCLÓRICO

Con un lenguaje sencillo y coloquial, pintoresco y divertido, con una vena de infaltable humor, destaca la producción costumbrista de Euclides Santa María Corcuera, autor de una producción mayormente dispersa, difundida casi siempre en publicaciones periódicas y eventuales, parte de las cuales han sido recogidas en sus hermosos y divertidos libros “Estampas andinas” y “Nuevas estampas andinas”;

También el citado Efraín Orbegoso incluye en su libro mencionado el capítulo “Las mentiras de don Rodrigo”, genuina muestra del relato humorístico, espontáneo y popular, que brota espontáneamente en las propias entrañas del pueblo. Así lo revelan, por ejemplo: “Las yucas y chanchos de Pagash”, “La mula que era chancho”, “Las papas de don Rodrigio”, “Juicio a un tinterillo”, etc.

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LA POESÍA

Los más lejanos antecedentes de la poesía otuscana registran dos nombres autodidactas, creadores de una poesía espontánea y popular: Rumaldo Luján Figueroa (1860-1935) y Manuel María Orbegozo Gutiérrez (1855 -1941). El primero fue autor de cuartillas que buscaban zaherir más que hacer reír; por ejemplo, estos versos en los que se burlaba de una obra pública mandada a hacer por la autoridad municipal de su tiempo: “El relojito de Otusco / Tan ordinario como es / Armadito por un chusco / Da las horas al revés”.

También Ismael Orbegozo Polo transitó entre la poesía contestataria y el infatigable sabor raigal, como se aprecia en los poemas “Alerta pueblos de La Libertad” y “Cholocday”, texto que pertenecen estos versos: “Las peñas y retamas que salpican tu suelo,/ Te han bordado un manto de una a otra loma;/ Y la cruz de tu cima, un gigantesco vigía / Que vela por el pueblo de Otuzco, noche y día;/ Y tu mole de granito —aunque parezca broma—/ ¡Un corazón inmenso que está besando al cielo!”.

Por otro lado, el mencionado sacerdote y escritor Rondel también desarrolla temas de amor filial y filial (“Madre mía”), la naturaleza (“Primavera”), la orientación mística (“¡Señálame el camino, Señor!), y también la tendencia hispanizante (”La música de España”).

Por otro lado, el apego a la tierra, la reafirmación de la fe, la adhesión a los temas nativistas, las palpitaciones y ansiedades del amor, la preocupación social y educativa se aprecian en tres poemarios que hasta hace pocos años permanecían inéditos, pertenecientes al maestro y poeta, quien también fue alcalde provincial, Fidel Horna Cortijo. Nos referimos a sus creaciones “Nimbos”, “Ritmos huraños” y “Los pobres”, que bien merecían una edición especial, para evitar que se perdieran en el anonimato.

A esta relación puede agregarse el nombre de Teodoro Caseaux Loyola, excelente poeta de ideología marxista, pero también de pensamiento cristiano, quien no obstante su espíritu descreído, no tenía reparos en salir de barón en la procesión de Semana Santa. Algunas muestras de sus creaciones poéticas han sido recogidas por Gustavo Rojas Vela.

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NARRACIÓN

En este género consignamos, en primer lugar, la producción de Lorenzo Morachimo Torres, nacido en Otusco, pero que se crio y educó en Huamachuco, y cuya producción narrativa la encontramos en sus libros: “El héroe de Güeppi”, biografía novelada del sargento Fernando Lores Tenazoa; “Mi capote” (1974), conjunto de relatos de tema castrense; “Cuadros de mi región” (1980), reunión de ocho relatos ambientados en el eje Huamachuco – Otusco – Trujillo; y también “Huasimo-Cazaderos”, que lleva por subtítulo “Un episodio de la campaña militar” de 1941.

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ENSAYO

Efraín Orbegozo Rodríguez debe ser uno de los más autorizados autores peruanos que ha estudiado exhaustivamente la geografía de su respectiva región, como lo evidencia el extraordinario volumen: “Geografía del Departamento de La Libertad” (1987). Posteriormente publicó los siguientes libros: “Tres estudios del Perú profundo” (1989), en el que analiza el pensamiento geográfico de Julio C. Tello, José Faustino Sánchez Carrión y un manifiesto de carnaval. Otros volúmenes del mismo autor son “Cuatro ensayos de la región La Libertad” (2000) y “Otusco y la Virgen de La Puerta” (2004).

Asimismo, el periodista y escritor Manuel Jesús Orbegozo, autor de varios libros de reportajes a líderes mundiales, publicó el importante volumen: “Vallejo periodista” (2006). Además, el ya mencionado Lorenzo Morachimo también escribió el valioso ensayo “El ciudadano Ramón Castilla” (1997).

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