Prestigioso médico, reconocido investigador científico y también dotado de particular sensibilidad social y política, el doctor Juan Namoc Medina es autor del profundo, vasto y trascendente libro “Bioética, vida y muerte”, publicado por el sello editorial de la UPAO.
EL AUTOR
El autor de este sólido, consistente y original libro nació en el caserío Punta Moreno del distrito de Cascas, provincia de Gran Chimú, región La Libertad. Cursó los estudios primarios en su tierra natal y los concluyó en la Escuela Municipal 298 de Trujillo. La Secundaria la estudió en el Colegio Nacional de San Juan.
Los estudios superiores en el área de medicina los realizó en la respectiva Facultad de la Universidad Nacional de Trujillo, especializándose en el área de Cirugía Pediátrica. Prosiguiendo con sus estudios de especialización obtuvo el grado de Magister en Medicina en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Ejerce como médico cirujano pediatra en el Departamento de Cirugía del Hospital Víctor Lazarte Echegaray.
En el área académica, también desempeñada con especial trascendencia, es Profesor Asociado en Cirugía Pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad Privada Antenor Orrego. Signo de su permanente tarea de investigación científica es también su importante libro “El cerebro criminal”, entre otras importantes contribuciones bibligráficas.
En el campo gremial ha ejercido el decanato del Consejo Regional I de La Libertad, del Colegio Médico del Perú.
Asimismo, sensible a los problemas y aspiraciones sociales y comunitarias, ha sido alcalde de la Municipalidad Distrital de la Esperanza.
ESTRUCTURA Y CONTENIDO
En realidad, más que investigación científica pura o teórica, su flamante libro explora los aspectos trascendentales de la ética relacionada como algo inherente e inseparable de la vida, cuyo fin o término es la muerte, que debe asumirse como coronación o conclusión de una vida digna. Entre los diversos aspectos que desarrolla en su importante obra destacamos la naturaleza y trascendencia de la vida, el ejercicio de la dimensión ética o moral que debe orientar la existencia, el mensaje que debemos dejar a la propia descendencia, los límites de la vida.
Según lo expuesto, el eje longitudinal, la dirección y el acabamiento de la vida es, inexorablemente, el acabamiento físico, cuyo soporte siempre deber ser la ética, es decir la dimensión moral en el transcurso y desarrollo de la vida, incluido el acabamiento.
El contenido principal de tan importante obra, sin embargo, es el desarrollo, trascendencia y aportes de unos doscientos investigadores ilustres, incluidos varios investigadores galardonados con el Premio Nobel, que otorgaron un sentido trascendental a la medicina, ejercida no solo como profesión, sino como ciencia, misión y apostolado, con una orientación verdaderamente trascendental y perdurable, hecho que revela el rico caudal de lecturas y estudio del reconocido investigador y profesor universitario. Y se incluye casos de personajes célebres obligados a morir, como Lucio Anneo Séneca, maestro de Nerón; Sócrates, el padre de la moral; incluso, Adolfo Hitler, principal causante de la Segunda Guerra Mundial.
¿ LA BIOÉTICA?
Con buen y acertado criterio, el autor empieza el desarrollo de su libro con esta reflexión sobre la Bioética: “Los seres humanos con el enorme poder de la Tecno-Ciencia, la inteligencia Artificial, la Ingeniería Genética, la Nano-Medicina y el dominio de la Big Data, estamos alterando visiblemente el entorno, la sociedad y al propio ser humano. Existe mucha suspicacia y miedo por los desbordes ilimitados a los cuales pueden ser sometidas las personas y el medio ambiente. ¿Hasta dónde llegará el Homo sapiens? Se ignora.
Otra observación pertinente aclara que “La Bioética no nació para frenar a la ciencia. Nació para humanizar la ciencia, para ponerle un marco humanitario”.
PALABRAS LIMINARES
No menos importante es el meditado y reflexivo prólogo asumido por el distinguido profesor universitario, historiador e investigador Elmer Robles Ortiz, algunas de cuyas palabras registramos ahora:
“El libro que motiva este comentario consta de dos grandes partes, como se ve desde su título: “Bióetica, vida y muerte. Personajes ilustres de la medicina”. Precisamente su autor, reconocido médico de profesión, con muchos años de ejercicio, en la primera parte de su obra exige a los profesionales la fiel “observancia global de los principios bioéticos”, considerados por él como la etapa protectora y sagrada, gracias a la cual se humanizan las ciencias y quienes las cultivan. Entonces, un profesional, particularmente un médico, alejado de tales principios, perdería su sentido humano. No obstante sus grados, títulos, su declarada fe religiosa y su invocación a la moral y la ley, el hombre –anota Namoc Medina- es el “más cruel” de todos los animales, la especie “más bélica, más egoísta y más criminal”.
“NACEMOS Y VIVIMOS PARA MORIR” Y OTRAS REFLEXIONES
También la extraordinaria obra que comentamos incluye estas reflexiones que debemos tener muy presente: “La Bioética es la Ética de la Vida. Bioética es el respeto ilimitado de la vida de las personas, de los animales, vegetales y del medio ambiente. Bioética es la Ética aplicada a la Ciencia y la Tecnología.
La Vida es ser, estar, actuar y servir en un espacio y tiempo determinados. La vida es materia y energía en movimiento por un breve tiempo. ¿Cómo vivir y morir dignamente?
La Muerte es una etapa de la vida. Con la muerte solamente pasamos a existir en otro formato, en otra forma o estado. Con la muerte volvemos a la Naturaleza y al magno universo. Nacemos y vivimos para morir”.