Jorge Ita Gómez (Huarmey, Ancash ,1961), estudió Letras en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y ejerció la docencia en la especialidad de Lengua y Literatura. Finalista en el Premio de Poesía Juan Bernier (España, 1986), Primer Premio de Poesía en los Juegos Florales de su Alma Máter (1990 y 1992), Primer Premio de Poesía Julián Huanay de la Universidad Nacional del Centro del Perú (1996), entre otros. Ha publicado once libros. Actualmente se desempeña como corrector de estilo y ejerce el periodismo cultural y la crítica literaria en un diario de Lima.
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Ita Gómez está incluido en la antología “21 poetas del XXI (+ 7): generación del 90″ con prólogo y selección de Manuel Pantigoso (2005). Pertenece a la Generación del 90 de la poesía peruana, a la cual también pertenecen los poetas ancashinos: Antonio Sarmiento y Ricardo Ayllón (Chimbote), Pedro López Ganvini (Caraz) y Heber Ocaña Granados con Teófilo Villacorta Cahuide (Huarmey). A su trabajo creativo y antológico, ha sumado la publicación de “Ciliado arrecife donde nací” (2022) titular correspondiente al verso de César Vallejo incluido en el poema XLVII: “Ciliado arrecife donde nací, /según refieren cronicones y pliegos/de labios familiares historiados/en segunda gracia/”. El verso “Ciliado arrecife donde nací”, es de Trilce con el cual Vallejo describe a Santiago de Chuco, según Danilo Sánchez Lihon.
Es un libro testimonial desde la admiración de Ita por Vallejo, de manera que construye un texto híbrido que incluye narración, confesión, incorporación de versos y aspectos biográficos del vate santiaguino. En la primera parte Santiago de Chuco (ciliado arrecife donde nací). Afirma que “Su poesía nos ha ganado en muda e inútil batalla todas las palabras de la boca” (p.17) y prosigue con las remembranzas a las mujeres que inspiraron al poeta universal por “De la vez en que el poeta le declara su amor ardiendo de fiebre a Mirtho, Otilia o la andina y dulce Rita de junco y capulí” (p.37). En la segunda estancia “El spleen de parís (he nevado tanto para que duermas)” demuestra que la poesía de Trilce es entendible y que motiva a elaborar paráfrasis. Son cinco poemas que recrean versos trílcicos o crísticos, intertextos, que representan temas vallejianos. Es una composición y recreación de la profundidad de Trilce y la adecuación a la flexibilidad. Termina el libro con “Traspié entre dos estrellas (murió mi eternidad y estoy velándola)” (p.71). Es un poema declamativo con anáforas que sugieren que Ita también se torna contestario en tiempos actuales. Es un homenaje a Vallejo, recreando, elevando y actualizando su verbo humano e insular.
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LÍVIDA VIDA
Ken Sánchez, escritor y docente de Educación Artística, egresado de la Escuela de Arte de Huaraz. Es editor de Illary, colabora en la Revista “Garúa Cultural”. Ha merecido reconocimientos del Ministerio de Cultura, municipalidad Provincial de Huaraz, municipalidad distrital de Independencia, UGE de Huaraz, de la Escuela de Arte y otras por su labor Pictórica-Literaria. Publicó: Canto a la Esperanza, Itinerario Rojo, Lo transitorio, Soledad y Dolor, Flor de Piedra, Vivir Muerto, Piedra Desnuda, La sombra de vivir, y, Camino y flores.
Recientemente publicó “Lívida vida” (2023), el cual surge de la dicotomía entre la vida y la muerte, ya que “lívida” connota palidez y post cadáver, mientras que “vida” es símbolo de vitalidad. Con lenguaje coloquial expone la congoja ante la pandemia que sorprendió y azotó el mundo, mediante prosa y con versos que impactan, nos recuerdan la atmósfera oscura de la situación Covid 19, y estremece cuando causa al vacío existencial, y se da la deshumanización de la vida, y, constatamos la decadencia de la existencia.
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Ken Sánchez escribe en lenguaje distante al elitismo intelectual al que son tan proclives algunos autores, él se expresa con palabras apropiadas al tema que desarrolla. Exploró las deficiencias médicas de Covid 19, y ante el dolor que desgarró el alma, se yergue para fortalecer la fragilidad humana. Son versos entre verdad y aflicción, poemas que sensibilizan cuando describen escenas y con prevalencia de las emergencias, aún conmueven superando las razones o conceptos filosóficos. En la primera parte define el asunto a poetizar “sombra de la muerte” (p.6) ahí está “Acicalado ronda/, el fin implantado en virus, / las gentes desesperadas lanzan/ gritos inmóviles, se agitan se quieren/ saber algo de esa rara enfermedad; el Covid 19 (p.59). Nadie como él que padeció las consecuencias del covid 19, agonizó y permaneciendo aún con vida lo transmite en su expresión poética.
Con estilo directo y adecuado ritmo interno del poema, encara la problemática humana ante la congoja, lamentaciones y muerte. Concluye con sincerar el fin de la vida terrenal: “Mi cuerpo destruido sintió el cálido rocío/ que mi madre dejó/ caer por sus carrillos surcados/, abrazó mi cadáver y besó mi frente con las frescuras de sus labios, alas/, que me despidieron con mucho dolor/”. (p.101). Ken Sánchez en “Lívida vida” incide en el mensaje de resurrección espiritual desde un hospital, para vivir con luz y con fe, más allá de la metáfora cuando se ha comprendido que se tiene una “Nueva Vida”, o la extensión consciente de la misma.