La coautora de la saga “Amanda Black” llegó la semana pasada al Perú, junto al escritor Juan Gómez-Jurado, su esposo y compañero literario, para presentar el primer libro de la serie infantil ante jóvenes lectores peruanos.
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Tras varias presentaciones en Lima, su satisfacción fue enorme al ver la acogida que tuvo esta primera aventura de misterio llamada “Una herencia peligrosa”, protagonizada por Amanda, una niña que el día de su decimotercer cumpleaños recibe una carta enigmática que cambiará por completo su vida.

En conversación con Correo, la autora contó por qué desea seguir creando historias para niños y niñas, y cómo su propia niña interior se convierte en la chispa que impulsa cada aventura destinada a alimentar la imaginación de los más pequeños.
“Los libros están pensados para los que quieran meterse en la historia, imaginar sus propias aventuras con Amanda y sus amigos. Si conseguimos que se lo pasen bien leyendo, ya habrá tiempo para que lleguen a lecturas más complejas”, comenta Bárbara a Correo.

¿Cómo es cocrear historias en pareja?
En nuestro caso es muy sencillo y muy divertido. Antes de empezar cada uno —ahora estoy con el 14— nos sentamos, armamos la trama, todo el viaje de la historia. Después, el trabajo de escritura sí es solitario y lo hago yo, con plena libertad. Si durante la escritura quiero cambiar algo, puedo hacerlo sin necesidad de consultarlo; Juan confía muchísimo en mi criterio.
¿Es un proceso divertido?
La parte más divertida es el desarrollo inicial, cuando volvemos a ser niños. Ahí no importa tanto la técnica como el ejercicio de imaginación, la felicidad de preguntarnos a dónde queremos ir o qué nos inspira para esa nueva historia. Nos gusta mucho jugar, en la escritura y en la vida.
¿Y cómo es esa complicidad creativa en el día a día?
Tenemos mucho sentido del humor y estamos todo el rato imaginando cosas y jugando. Creo que nuestro mayor tesoro es que, 11 años después de conocernos, seguimos enamoradísimos el uno del otro, y los dos de los libros. Eso también se nota en lo que hacemos.

Vienes de la psicología. ¿Cómo ha influido tu formación en la saga Amanda Black?
En la narrativa en sí, no demasiado, porque escribimos las historias que nos gustaba leer. La psicología me ha ayudado sobre todo en la parte técnica. Pienso mucho qué vocabulario puedo usar según quiénes son mis lectores y lectoras, cuido la longitud de los capítulos, las imágenes que utilizo. Ahí sí soy psicóloga.
¿Cómo te sientes escribiendo?
En la parte creativa, en cambio, soy la niña que fui y que no he dejado atrás en todos estos años. Es esa niña lectora la que se sienta a inventar aventuras con Amanda, con Eric y con el resto de personajes.
¿Qué es lo que te gusta compartir con los niños y niñas lectoras?
Que la lectura sea un regalo y no una obligación. Con Amanda Black queremos darles imaginación y diversión. No hay condescendencia, no hay trato de superioridad, no hay moraleja subrayada. Lo que hay son ganas de que se diviertan con las mismas cosas —o con la misma energía— con las que nos divertíamos nosotros cuando éramos pequeños.
Pese a ello, hay pequeños a quienes no les gusta leer...
[Sobre ello], es importante no culpar a los padres si el niño no sale lector, aunque tengan todos los libros en casa. Los niños pueden tener otras afinidades, y eso también está bien. Lo que sí creo es que no hay ninguna historia valiosa que se haya creado sin imaginación. Y eso es justo lo que queremos alimentar.
La saga recorre muchos países y géneros. ¿Cómo construyen esos escenarios?
A mí me inspiran muchísimo las culturas. He viajado a muchos lugares; si escribo sobre Egipto, por ejemplo, es porque he estado allí. No quiere decir que haya pisado todos los países que salen en la saga, pero sí que el contacto con otras realidades me alimenta mucho. Luego hay que investigar.

Muchas niñas se identifican con Amanda. ¿Piensas en “empoderamiento” cuando la escribes?
No lo pensamos en términos de bandera o discurso. Amanda tiene cualidades humanas —valor, inteligencia, iniciativa— con las que pueden identificarse tanto niños como niñas. Tradicionalmente se han etiquetado algunas de esas cualidades como “masculinas”, pero en realidad son humanas.
SOBRE LA AUTORA
Bárbara Montes, escritora
Es licenciada en Psicología y diplomada en Turismo. Trabajó como responsable de marketing y comunicación hasta que decidió dar el salto a la psicología, se especializó en niños y adolescentes. Ha publicado cuatro novelas infantiles.
11 años de relación tienen Bárbara y Juan.
14 libros tiene la saga “Amanda Black”.
2021 publicó “Julia está bien”, su primera novela para adultos.
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