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A través de una ficción con tintes autobiográficos, la escritora Sophie Canal nos presenta su última publicación “¡No te creo nada, Isy Brown!”, publicada bajo el sello editorial Luca Pacioli.
La novela nos relata la historia de una joven estudiante de filosofía en Francia, en los años 90, que va descubriendo su identidad y vocación a través de los lazos afectivos que crea con un niño de seis años a quien tiene a su cuidado como ‘babysitter’, y quien será su principal mentor sobre la maternidad.
La ficción nos da la oportunidad de reflexionar sobre la perspectiva que tenemos sobre la paternidad y la forma en la que queremos ejercerla.
“Hay muchos temas en la novela y obviamente toco la maternidad, pero va un poco en contra de lo que nos enseñan las mamás, las abuelas y la sociedad en general”, detalla Sophie a Correo.
¿A qué tipo de maternidad haces referencia en la novela?
Me pareció interesante hablar de la maternidad en estado salvaje. Quise romper con ese esquema en el que nos dicen que en la maternidad es todo bonito y que vamos a realizarnos como mujeres estando embarazadas. No siempre es bella, ni buena, [están] las horas sin dormir, las cacas y los llantos del bebé. Hasta antes [de nacer], en la barriga, cuando te da algunas veces la impresión de ser una vaca, un animal.
Sientes que se idealiza la maternidad...
Se le ve con fragilidad y en realidad no es tan frágil, cuando las mujeres queremos maternar y, adicionalmente a ello, también cumplir con las expectativas sociales.
¿Es una novela autobiográfica o es Isy Brown un alter ego?
Bueno, hay muchas cosas que me han ocurrido. Obviamente, un escritor se nutre de su propia experiencia siempre, y también es un vampiro que se nutre de las experiencias de los demás y de todo lo vivido. Entonces, sí se parece mucho a mí, pero no soy ella.
¿Qué otros temas aborda en la novela?
En esta novela, toco el tema de la alienación, de la relación a veces complicada que hay entre la servidumbre y los amos y amas de casa. Vemos esa relación de alienación entre el niño Abel e Isy Brown. Una relación, digamos, de maestro a esclavo. En el sentido de que el más fuerte no es el que parece, es como una dialéctica.
¿Cómo es que se presenta esa relación?
Normalmente, la ‘babysitter’ debería ser más eficiente, pero aquí es el niño quien le enseña a ser más fuerte, a ser madre, a salir del mundo de la infancia donde Isy se recogió al empezar a trabajar.
Isy también le enseña al niño...
Ella también le enseña a ese niño un poco perdido, un niño de ricos en la Francia de los años 90, educado por mujeres y al que le hace falta un padre. Entonces, ella le da el cariño que él necesita. Es como una retroalimentación.
En la novela, también habla de los vínculos afectivos que se tienen hacia otras personas...
Las relaciones afectivas de las que hablo son la de Isy Brown con sus compañeros de de universidad, con sus padres, con el niño Abel y con sus empleadores. Son varios flancos. En paralelo [va] la historia de la Isy madre, en donde se explora la relación que ella tiene con su maternidad, con su hijo.
¿Qué pueden rescatar los lectores de su novela?
De la maternidad, que no es lo que nos prometen que va a ser. Primero, [hay que] asumir la parte oscura de la maternidad. Es necesario reconciliarse con ese lado oscuro para que el lado luminoso sea totalmente brillante.
¿Qué mensaje nos deja la historia de Isy Brown?
Reconciliarse con la parte oscura de nosotros mismos y de nuestra experiencia como seres humanos. Hay que aprender a reconciliarse con su sombra.
SOBRE LA AUTORA
Sophie Canal, escritora
Es magíster en filosofía de la Universidad de Tours (Francia) y profesora titular de filosofía en el Colegio Franco Peruano.
Es cofundadora del sello editorial independiente Matalamanga, donde trabajó como editora del 2005 hasta el 2008.
27 años lleva viviendo la autora en el Perú.
1967 Año en que nace la autora en la ciudad de Antony, en Francia.
2012 Año en que publica “Geometría del deseo”, su primera novela.
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