Obra "Todas las noches de un día" se puede ver en el Teatro de Lucía

En el silencio de un invernadero, las flores que alberga comunican paz. Son como una cura para la ira, para el suplicio de los recuerdos que, cual sombra, nunca se alejan. "Silvia" (Sandra Bernasconi), heredera de este lugar, encontró aquí la tranquilidad que la vida nunca le dio. Su historia, narrada por "Samuel" (Alonso Cano), será resumida en "Todas las noches de un día", puesta en escena dirigida por Edgar Saba y que se presenta en el Teatro de Lucía.

Sobre la piel de la protagonista se escriben estigmas que nunca quiso revelar, pero que tampoco escapan a la imaginación. Su irreverencia esconde el dolor, el deseo inalcanzable de olvidar para volver a empezar, que solo se compara con la madurez de su belleza.

La sociedad machista y las decepciones personales la han hecho marchitarse. A su lado, "Samuel", su jardinero, entenderá que las relaciones humanas son compromisos que uno acepta sin entenderlos del todo.

Misterio

Sentado en el invernáculo, el único lugar que lo hizo feliz, el trabajador debe rememorar los últimos días en que la dama estuvo a su lado. Bajo una luz que lo acusa, responde a las preguntas de un investigador que busca dar con el paradero de "Silvia".

En cada una de sus declaraciones existe convicción. "Yo no sé mentir", asevera. Nunca fueron pareja, tampoco amantes; solo hubo un acuerdo tácito de cuidado, protección y resignación.

Esta historia, de suspenso y drama, es una forma de entender la tragedia de amar cuando las consecuencias se sobreponen al concepto arcaico de la esperanza.

Análisis

Desde la posición de "Samuel", su personaje, Alonso Cano entiende el accionar de los protagonistas de la puesta en escena. Esta obra, también es una forma de analizar las consecuencias con las que debe vivir una persona.

"La resignación (de 'Samuel') puede ser una obsesión o también puede caer en la negación. A veces el amor no es correspondido, también es desearle lo mejor a alguien", explica el artista.

La analogía entre su labor como jardinero en la ficción y la vida es la propia resolución de la supervivencia.

"Las plantas luchan por sobrevivir, tratan de escapar de sus raíces y nunca renuncian al hecho de huir de la tierra. Las flores han inventado alas para irse lo más lejos posible", añade Cano, entre las frases que cita en su interpretación.

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