Un motivo de alegría y orgullo, siente el orfebre cataquense José Sullón Aguirre, quien confeccionó una hermosa joya que le fue entregada al Papa León XIV en Roma por una delegación de peregrinos de la Universidad de Piura.
Se trata de una hermosa filigrana de plata que representa a San Miguel Arcángel (patrono de Piura), venciendo al mal, representado por un temible dragón al cual clava una cruz. Mide apenas 15 centímetros, 5 de ancho y su peso es de 60 gramos. Para el artesano, representa una joya de fe y esperanza.
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LA JOYA
Desde su taller ubicado en la calle Loreto de Catacaos, José Jesús contó que “el diseño lo realizó el maestro Víctor Yarlequé. Fueron tres días de trabajo intenso y de una paciencia a prueba para darle vida a esta joya que ya está en manos del Papa”.
El artesano de la filigrana, quien ha ganado el Concurso Nacional del Patronato de Plata, no puede ocultar su satisfacción por este hecho, y dice sentirse “feliz, contento, agradecido pues el arte y talento que Dios nos ha regalado llega a lugares lejanos, nos otorga otro valor internacional”.
Él dijo que está orgulloso de trabajar la filigrana y que el Papa León XIV aprecie este arte que es considerado Patrimonio Cultural de la Nación. “La distancia entre Catacaos, donde elaboramos estas joyas, y los países en los cuales se le valoran, es algo inimaginable, nos enorgullece ser parte de una familia de eximios orfebres”, acotó.
Además, confeccionó un mapa del Perú en filigrana, que también le fue entregado al Sumo Pontífice, “ese sí es mi diseño, lo he trabajado a pedido de la UDEP, tiene 3 cm. que puede usarse como solapines”, dijo complacido.
Sullón Aguirre es un artesano que ha cumplido el sueño de que su joya esté en la Santa Sede.
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LA ENTREGA
La delegación de la Universidad de Piura llegó al Vaticano y, como el Papa estaba en Castel Gandolfo, se acercaron hasta allá para demostrarle la unidad de fe y esperanza.
Ya en el lugar, contó Brenda Silupú, comenzaron a gritar con todas sus fuerzas para que el Papa los escuche. Y vaya que sí, junto a su secretario salió a mirar y al ver las banderas peruana y la Udepina, les sonrió.
“Somos de Piura, somos de Perú, de la Universidad de Piura, su casa…” gritaban y vieron su rostro de alegría y entusiasmo. Luego de hablar con su secretario Edgard Rimaycuna, regresó su mirada y los bendijo.
Los obsequios que llevaron y que le son muy familiares al Papa, le fueron entregados al secretario. Una imagen del Arcángel San Miguel en filigrana de plata, un banderín con bordado primoroso del escudo de armas del actual Papa hecho en Piura, un mapa del Perú en plata con su pin de broche; un par de escarapelas de tela, la misma que millones de peruanos usan en este mes patrio y, por si fuera poco, los sabrosos y tradicionales chifles piuranos para deleitar su paladar.