Publican cuento infantil que les explica a los niños cómo detectar abusos sexuales
Publican cuento infantil que les explica a los niños cómo detectar abusos sexuales

El tabú social con respecto al tema de "violación" hace que se descuide la prevención y, por supuesto, que se dificulte la detección temprana de un caso. "Clara y su sombra" (Uranito), escrito por la psicóloga Elisenda Pascual Martí, es un libro ilustrado para niños a partir de los tres años que muestra en forma de cuento la realidad del abuso que viven tantos críos en la actualidad.

Es un recurso pedagógico doble que se apoya en la literatura: "A los adultos nos facilita una herramienta con la que enfocar un tema tan delicado de tratar, a la vez que nos permite resonar con posibles vivencias de nuestra infancia, reflexionar sobre cómo las abordamos en ese momento y qué patrones hemos adquirido en relación a nuestros límites", explica la autora en la presentación del proyecto. "A los más pequeños, les facilita un encuadre concreto sobre el que poder hablar de todo aquello que le sucede a Clara, y puede que les esté pasando a ellos también".

El libro incluye una página web donde se delimita el concepto de abuso, los traumas posteriores y se aborda lo tardío de las denuncias, el desconocimiento y el miedo que hay en torno a esta cuestión. Señala que "hay una carencia de estudios y recursos por parte de las administraciones para llegar a conocer la situación actual del abuso sexual infantil" y aporta datos interesantes, como que se da mayoritariamente -entre el 80 y el 85%- dentro del seno familiar y de las relaciones más próximas, aunque también exista en el ámbito extra familiar.

ABUSO EN ETAPAS PRE-VERBALES

La experta asegura que en la etapa infantil -al menos, hasta los 7 años aproximadamente-, los niños necesitan imágenes concretas sobre las que poder elaborar los conceptos abstractos que van rumiando con el aprendizaje. En el caso de Clara, se utiliza la sombra. "Clara tiene miedo por la noche. Hay algo que la inquieta: una sombra oscura y pegajosa que no la deja descansar. Además, ¡le ha quitado la sonrisa! La sigue por todos lados desde que empezó a jugar con ese amigo tan amigo de su familia".

Y continúa: "A Clara no le gusta cómo la toca. No es como cuando juega con sus amigos y amigas a tocarse los cuerpos. Él es un adulto, y cada vez que le pone sus manos encima, Clara siente que la sombra crece y crece". Cuenta la experta que cuando el abuso se da en etapas pre-verbales -antes de los dos años- o incluso cuando el lenguaje ya está establecido pero poco maduro, la memoria consigue borrar el recuerdo, pero el cuerpo no.

Por último, la psicóloga hace hincapié en que "poner límites" es básico: "Los niños deben aprenderlo desde bien temprano. Saber decir 'no' cuando algo no les gusta genera una actitud de respeto interno y seguridad". También recalca que es importante que los pequeños "tengan personas de confianza con quienes poder hablar de las cosas que no les gustan, les dan miedo, les molestan o les inquietan".

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