Recuerdos inconscientes de Vidal Bedoya
Recuerdos inconscientes de Vidal Bedoya

La pintura, una expresión del arte, ha significado un espacio de descubrimiento, emoción, sorpresa, enojo y cambio para el artista Vidal Bedoya. La exposición “Variaciones estéticas en torno al mito” es un reflejo de aquellas experiencias que nos muestra su paso hacia el arte abstracto, aún con cierto recelo de sus raíces figurativas.

A través de su exposición, Bedoya ha logrado conectarse con tradiciones ancestrales del Perú, que durante tantos años, desde su juventud, le trajeron fascinación y asombro.

Descubrí que tenía una cultura interna de la que no era consciente. Algo que me mercaba mucho. Algún amigo con el que estudié mucho me presentó un dealer que mueve arte. Esta persona, cuando vio mis otros diseños, me dijo que quería un trabajo más neutral porque el mío era muy latinoamericano. Había en mi cultura, dentro de mí, fascinaciones por lo tradicional”, explica.

APRENDIZAJE

Bedoya aprendió a nutrir su arte, su trabajo, sorprendiéndose de aquello que consideraba incorrecto. La motivación superó su conciencia académica para dejarse conmover por sus lienzos, de los cuales aún busca su significado.

“En mi carrera, inicialmente estaba inclinado por lo figurativo. Paisajes, la figura humana. Pensaba que los pintores abstractos no sabían dibujar y debían expresarse a través de manchas porque eran incapaces de hacer un dibujo. Sin embargo, hace un tiempo me encontré con una galería. Fue increíble la conmoción que me causó que cambié mis conceptos. Era abstracto. Aprendí que el artista visual es quien tiene la capacidad de expresarse a través de sus lienzos, independientemente de lo que haga. Si tienes esa capacidad, es un buen arte”, indica Bedoya sobre este trabajo que no pretende encontrar mitos reales, sino generar los suyos a través de sus diseños y que se remitan a lo ancestral, siendo algo libre y contemporáneo.

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