Una llamada a pocos minutos de la madrugada solo puede significar una mala noticia. Ese es el disparador de “Treinta kilómetros a la medianoche”, la novela de Gustavo Rodríguez cuyo protagonista se entera, en una breve y confusa conversación telefónica, que su hija Bárbara ha sufrido un accidente y está internada en el hospital Casimiro Ulloa.
El escritor y publicista comienza a relatar sus recuerdos y dilemas para evitar caer de lleno en el horror de una tragedia. Como Sherezade, intenta vadear lo insoportable a través de la narración, mientras viaja en su auto desde Cieneguilla a Miraflores.
Junto a su pareja Karen, dormida en los asientos traseros luego de una boda, el narrador es trasladado por un conductor asignado llamado Hitler. A través de las charlas con el chofer o en sus propias cavilaciones, el personaje explora su desenvolvimiento como padre, con el machismo y el racismo entre los temas centrales de su historia.
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En el recorrido, además, reconstruye una Lima desde su experiencia vital, con una crítica a ese sector de clase alta que vive agusanado a los contactos y otros privilegios, reconociendo que él también forma parte de esta realidad.
Así, con una prosa irónica y a veces cruda, la novela de Rodríguez presenta el conflicto de un hombre que lucha contra su educación machista, mirando las sombras y dudas de su vida: un viaje al centro de los matices de la paternidad.
AUTOR
Gustavo Rodríguez (Lima, 1968) es comunicador y escritor. Ha publicado “La furia de Aquiles”, “La risa de tu madre”, “Te escribí mañana”, “Machista con hijas”, entre otros libros.
