La poeta peruana Sonia Luz Carrillo es profesora principal en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Foto: Qwerty / Archivo de la autora)
La poeta peruana Sonia Luz Carrillo es profesora principal en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Foto: Qwerty / Archivo de la autora)

Cincuenta años han pasado de la publicación de “Sin nombre propio”, el debut literario de la poeta peruana Sonia Luz Carrillo Mauriz en 1973. Sabemos que el tiempo es implacable y el juez más preciso de la literatura. Medio siglo no es poca valla y el poemario la supera con maestría y vitalidad.

El libro, reeditado por Qwerty, forma parte de la generación del 70 y, por ello, tiene las marcas de dicha época en los treinta y dos poemas: están las esperanzas, desafíos, sueños y males de su tiempo.

La primera virtud de los versos de la autora es la precisión de los verbos, en la cadencia de cada composición, como parte de la creación de las imágenes poéticas para expresar el desagrado, la fe y los problemas sociales.

El trabajo con el idioma ilumina los caminos del sentido que proponen, en otro plano, los poemas.

También anida la experiencia directa de la voz poética, con sus observaciones y reflexiones: “traduzco la vida que pasa por mis manos”, se lee en el poema que abre el libro, “Cuestión de oficios”, como primera señal de la exploración artística de la escritora, un destino marcado a fuego en cada texto.

Pero el libro no se queda en la única dimensión de lo personal, sino que apunta a tener lecturas concéntricas sobre lo que sucedía en su contexto histórico, un panorama que casi no ha cambiado en la actualidad.

Portada del libro “Sin nombre propio” (Foto: Editorial Qwerty)
Portada del libro “Sin nombre propio” (Foto: Editorial Qwerty)

TE PONES A ESCRIBIR

Y, si eres mujer, te juzgan porque “las tareas se amontonan”. Las domésticas, por supuesto, el terreno único imaginado y deseado por una idiosincrasia machista que persiste hasta hoy.

Por ahí también discurre la propuesta artística de Sonia Luz Carrillo: la denuncia contra el lugar apartado que se les dio a las mujeres por mucho tiempo, la de invisibles o fantasmas del hogar, y el peso de no ser lo que una sociedad exige de ellas, en especial de las que tienen oficios o profesiones fuera de la casa.

Cinco décadas y la crítica sigue vigente y pendiente de una pronta resolución, para que no haya más culpa en forma de “carroña acumulada en tu memoria” por priorizar la vocación a los quehaceres.

“Ella no sabe nada” es el poema que sintetiza esa tema en “Sin nombre propio”, con versos breves como arpones dentro de la construcción de “la esposa ideal” en el Perú, la que no sabe nada de arte ni política: “Ella cada año / pare un nuevo hijo. / Ella no saca para nada / las delicadas narices / de su hogar”.

De esta manera, el poetizar desde los sentimientos y las vivencias, el deseo (“¿de qué color encontraré tus ojos?”; “si en toda mi piel / no cabe ya tu imagen”), la maternidad (“A mi hijo Ricardo Lenin, mientras llegaba” y “Como cuerdas” son hermosos poemas sobre el niño y el futuro) también son actos de rebeldía, contra el silencio que se esperaba de las creadoras.

IRONÍAS

El poemario de Carrillo también está atravesado por las ironías, las críticas ácidas hacia las incoherencias políticas de los intelectuales, en especial de ciertos poetas de la década del 70.

En “Sobre los poetas de mi aldea”, la voz poética presenta a sus pares dentro del círculo de la traición y la falsa solidaridad: “dándose dentelladas / o suaves palmaditas”.

Mientras que, en “Más sobre los poetas de mi aldea” y “Tú que gritaste tanto”, el reproche apunta a la camaleónica militancia de los que hablan de la izquierda pero “sólo saben usar / la mano derecha”; otro verso les dice: “cómodamente / volteaste el estribillo”.

ESPERANZAS

Escritos entre los 19 y 21 años, estos poemas también rebosan de asombro (por ejemplo, del alunizaje de 1969) y esperanza, que “es un canto colectivo”, a pesar del desencanto que suele llegar como una sombra ineludible en los textos.

“Sin nombre propio” de la escritora y catedrática peruana Sonia Luz Carrillo es un poemario intenso, comprometido con su apuesta creativa y de una sutil música que resuena en cada palabra, como resplandores que no se apagan medio siglo después.

DATO

La reedición del poemario “Sin nombre propio”, de la escritora peruana Sonia Luz Carrillo Mauriz, se presenta el martes 30 de mayo, a las 7 p.m., en el auditorio del Instituto Raúl Porras Barrenechea, ubicado en la calle Colina 398, Miraflores. Los comentarios por los 50 años del libro estarán a cargo de Jorge Nájar y Esther Espinoza.

MÁS LIBROS

“Eternamente y enteramente” de Javier Heraud

La correspondencia completa del poeta peruano Javier Heraud ha sido compilada por su hermana Cecilia. El libro recoge las cartas del joven escritor, fechadas entre 1958 y 1963. Editada por Lumen, el libro tiene 424 páginas.

Portada del libro “Eternamente y enteramente” (Foto: Lumen)
Portada del libro “Eternamente y enteramente” (Foto: Lumen)

“El tiempo es nuestro. Cuentos peruanos post-2000” de Varios autores

Una antología de veintitrés cuentos peruanos seleccionados por Víctor Ruiz Velazco. Se han incluido textos de Daniel Alarcón, Romina Paredes, Jhemy Tineo, Katya Adaui, entre otros. Editado por Seix Barral, 312 páginas.

Portada del libro "El tiempo es nuestro" (Foto: Seix Barral)
Portada del libro "El tiempo es nuestro" (Foto: Seix Barral)

“Hierbabuena” de Doris Bayly

La poesía de Doris Bayly ha sido reunida, de manera póstuma, en una preciosa edición titulada “Hierbabuena”. También se han incluido poemas inéditos de la escritora. Publicado por Intermezzo Tropical, 118 páginas.

Portada del libro "Hierbabuena" (Foto: Intermezzo Tropical)
Portada del libro "Hierbabuena" (Foto: Intermezzo Tropical)