Rosa Montero presentó en la FIL Lima 2025 su novela "Animales difíciles".  Foto: Joel Alonzo/GEC
Rosa Montero presentó en la FIL Lima 2025 su novela "Animales difíciles". Foto: Joel Alonzo/GEC

“Vamos a extrañar a Bruna Husky”, le confesamos a Rosa Montero, dueña del destino de la detective tecnohumana que se convirtió en uno de sus personajes más entrañables, y que la escritora despide nostálgica tras cuatro novelas: “Lágrimas la lluvia” (2011), “El peso del corazón” (2015), “Los tiempos del odio” (2018) y “Animales difíciles” (2025).

“Yo no sabía cuántos libros iba a escribir de Bruna, lo que yo siempre quise es hacerme un mundo propio con personajes estables que pudiera visitar cuando me pareciera; pero, cuando empecé Animales difíciles, supe que ya no habría más”, cuenta la escritora que presentó su novela en la FIL Lima 2025.

¿Por qué tenías esa convicción? Porque me di cuenta de que en este libro, la investigación a la que se enfrenta Bruna es especialmente agobiante y tremenda porque se trata de un peligro para todos. Además, en esta novela, a diferencia de los otras, le puse otra frontera de lucha a Bruna y es la de su propio cuerpo, su propia identidad. Esas eran las señales.

Dejó de ser una imbatible replicante de combate para convertirse en una de cálculo. Entonces, además de luchar para resolver el misterio como en las anteriores historias, le tocaba admitir que ya no era esa tecnohumana de combate, de dos metros, una bestia, era ahora un replicante de cálculo, frágil .Le pasaron la memoria y la dotación emocional a ese cuerpecito de una replicante de cálculo, la pobre la pasa fatal, por eso, uno de los temas esenciales de este libro es la identidad, que es esencial en el ser humano, en el mundo de hoy.

Desde que nos presentaste a Bruna Husky, ella sabía que tenía un tiempo limitado de vida. Ella es un clon humano que ha sido manipulada y madurada por los ingenieros genéticos y vive solo 10 años, Bruna sabe cuando va a morir, no puede olvidarse de que es mortal; por eso me identifico tanto con ella, de todos los personajes que he escrito es con el que más me reconozco. La gran mayoría de los seres humanos vive como si fueran inmortales, salvo un puñado de neuróticos profundos como yo.

Bruna con ese cambio nos recuerda a los humanos que en algún momento de nuestras vidas somos seres de combate, y nos vamos convirtiendo con el tiempo en frágiles seres de cálculo, y vamos eligiendo las batallas que nos convienen. Está muy bien observado eso. No me di cuenta de que estaba hablando de ese conflicto hasta que un crítico argentino y otro en España me lo señalaron. Me dijeron que este paso, es la gran angustia que tiene la pequeña Bruna de este libro.

Una angustia que la tenemos todos. Es un reflejo de la vejez, sí, no me había dado cuenta, y es toda la verdad. La vejez es ese otro extraño que te secuestra.

¿Cómo ves el futuro? Pues lo veo muy mal. De hecho, creo que el mundo de Bruna es menos distópico que el nuestro. El mundo que vivimos es muy duro, cuando era joven en todo el mundo había esperanza hacia el futuro, ahora, en todo el planeta hay miedo.

"Bruna sabe cuando va a morir, no puede olvidarse de que es mortal; por eso me identifico tanto con ella. La gran mayoría de los seres humanos vive como si fueran inmortales, salvo un puñado de neuróticos profundos como yo", dice Rosa Montero. .
"Bruna sabe cuando va a morir, no puede olvidarse de que es mortal; por eso me identifico tanto con ella. La gran mayoría de los seres humanos vive como si fueran inmortales, salvo un puñado de neuróticos profundos como yo", dice Rosa Montero. .

“Animales difíciles” está ambientada en Madrid de 2111 en la que el gran peligro es una superinteligencia desconocida. ¿Ves a la inteligencia artificial como una amenaza? La inteligencia artificial es una novedad tecnológica de un calibre que la humanidad nunca ha vivido. Jamás ha habido tal avance exponencial de multiplicación de datos cada día, realmente es brutal. Puede solucionar montones de cosas pero puede ser, sin control, muy peligrosa en muchos sentidos.

¿Cuáles son los peligros que identificas? La capacidad de manipulación que tiene de los individuos, de sus mentes. Los neurocientíficos más importantes del mundo llevan años clamando en el desierto, pidiendo que se incluyan en la Carta de Derechos Humanos los neuro derechos, que son cinco y que son tan elementales como el derecho a que nadie se meta en mi cerebro sin yo saberlo y consentirlo. Derecho a no estar cegado por un sesgo ideológico y cosas así, somos fáciles de manipular, quien domine la inteligencia artificial nos puede mandar, hacer sentir, comprar, votar, querer, pensar. Eso ya está pasando.

Estás hablando de un futuro de espanto y que no es ciencia ficción. Estamos creando una superinteligencia que no vamos a poder controlar, una superinteligencia inhumana, y cuando digo inhumana no quiero decir que sea buena o mala, sino que no es humana y por lo tanto no la vamos a entender, no vamos a saber lo qué es, ni vamos a poder controlarla.

¿La literatura también sucumbirá ante la inteligencia artificial? Hay una duda dentro de los expertos en inteligencia artificial, si esta puede llegar a la creatividad pura o no, unos dicen que sí, otros que no. Yo creo que sí, solamente hay que dejarla que evolucione. El futuro no está escrito, el futuro lo escribimos hoy, todavía se puede escribir. Con la inteligencia artificial no estamos haciendo nada. Hay que ponerse las pilas y controlarla.

Ya no tendremos a Bruna Husky para que nos ayude a identificar estos peligros inminentes. Es una pena. porque no habrá más Brunas, puede que escriba cuentos sobre el mundo de ella, pero una nueva novela, no.

¿Hay una nueva historia en preparación? Tengo iniciada una historia que será una saga de tres libros, tengo siete capítulos del primero y sé lo que va a pasar en cada uno, pero llevo varios meses sin poder trabajarla y eso es muy peligroso, ya veremos. Tendría que terminarla toda antes de empezar a publicar.