Desde su casa en Cañete, donde grabó su último disco “A Capella”, la cantante Susana Baca nos dice que “la música nos acompaña y nos une”.

En tiempos de temor, desconfianza, aislamiento, la voz de Susana se convierte en refugio, tranquilidad y emoción. Su interpretación de “Yo vengo a ofrecer mi corazón” nos pide que tengamos fe, esperanza.

Cuando la pandemia nos ha alejado, ¿la música es una forma de unirnos?

Sí. Al principio del confinamiento, la gente salía por sus ventanas, cantaban el nuevo himno “Contigo Perú”, se emocionaban. La música está muy presente. Ves médicos, enfermeras con audífonos: escuchan música, una forma de liberar un poco el alma.

¿Para ti qué significa cantar en este contexto tan duro?

Es durísimo. Pero he juntado todo en mi expresión para decirle a la gente cómo la música nos puede dar esperanza; cómo la poesía puede ser algo que sublima.

¿Cómo ha sido grabar un disco sin músicos?

Una experiencia interesante. Los extrañaba pero igual cantaba para ellos. Imaginaba a la gente, mis amigos. Hice un concierto el año pasado con un teatro lleno. Cerraba los ojos y veía ese momento tan hermoso.

Me parece que cantar así ha sido una forma de escucharte a ti misma...

Sí. Grabar este disco fue un pedido especial de Ricardo, mi compañero. Me dijo “Susanita, te veo que das vueltas, tienes penas. ¿Por qué no grabas a capella tus canciones que más quieres?”. Las grabamos acá en el estudio, simplemente con micrófonos. Los videos los hizo él con nuestros teléfonos. Era muy lindo, interior, sentir que puedes acompañar a la gente con tu voz. Mi espíritu está totalmente presente en este disco. Lo he cantado con el alma.

Inicias el álbum con “Yo vengo a ofrecer mi corazón” de Fito Páez. El “¿quién dijo que todo está perdido?” suena urgente ahora...

Sí. Dicen que los poetas vaticinan lo que va a pasar. Fito Páez escribió esta canción hace años. Siempre quise interpretarla. También la he cantado con una instrumentación, pero saldrá a través de México. Ha sido invitada Lila Downs. Creo que Fito participará, al igual que René Pérez. Lo hemos hecho en abril, así que saldrá pronto.

¿Las demás canciones son las que más te gustan, tu refugio?

Sí, refugio es la palabra exacta. Siempre quiero cantar letras que me conmuevan. “Yo vengo a ofrecer mi corazón” hace tiempo que la tenía dando vueltas. “Yambambó”, el canto negro del poeta cubano Nicolás Guillén, me llena de una energía buena, aunque sus palabras no tienen traducción. Lo llaman jitanjáforas, más sonido que palabras. Es muy rico jugar con eso y bailar un poquito.

¿Y “Rosas y Azahar” y “Cardo o ceniza”?

La primera me conmueve mucho: es una canción de un amor inconcluso y que da dolor: no te puedo ver pero te ofrezco flores. Y la segunda es otra canción maravillosa que tiene Chabuca. El acto de amar, muy bello.

Cierras con “Canción de fe”, “Contigo Perú” y “Gracias a la vida”. ¿El optimismo, la fuerza y el agradecimiento son tus regalos para los peruanos?

Sí. Lo entregué el día de mi cumpleaños. Le he regalado mi voz a la gente. El cumpleaños más hermoso que he tenido. Sobre la primera canción, un amigo me decía que pareciera que don Manuel (Acosta Ojeda) la escribió para el momento que estamos viviendo.

Esperas poder cantar el disco cuando pase esto...

Sí, pero capaz ya no a capella (risas). Me van a acompañar los músicos. Creo que voy aceptar dar un concierto virtual, con la distancia y cuidados debidos. Esta es una época para aprender, hacer un recorrido por dentro y crear.

¿Qué le parece lo que ha ocurrido con el Ministerio de Cultura y Richard Swing?

Es muy difícil juzgar a un artista. No lo conozco. Pero para qué lo contrataban, eso es lo importante. Cómo hizo la animación. No sé su trabajo. Eso ya toma un cariz bien serio porque puede ser malversación de fondos finalmente. La ministra actual ha hecho un mea culpa. Bien, porque ella no lo contrató, sino que lo hicieron antes. El drama del ministerio y de los artistas es que los artistas no tenemos una fecha de nacimiento en el Estado. No hay escuela que pueda calificar y decir este artista es artista o no es artista. Es muy difícil. Por eso lo importante es la política cultural. Porque tendrían que haber hecho una convocatoria para que intervengan otros artistas o seleccionen al mejor. El señalar a dedo tal o cual cosa, eso llama a corrupción. No debemos tener ese problema en un ministerio tan importante, pero algunas gentes no sienten que lo es, que la cultura no es importante. Los políticos no saben lo importante que es invertir en cultura. La gente baila, danza, escribe, hace bordados para los vestuarios de las danzas, todos ellos son artistas. Y, sin embargo, no están considerados. Los artistas estamos desamparados.

Perfil

Susana Baca, cantante peruana

Nació en Lima en 1944. Es compositora, educadora e investigadora de música. Ha ganado en dos oportunidades los Premios Grammy Latino y fue ministra de Cultura.

TAGS RELACIONADOS