Para Mariátegui la cultura del Perú hay que revisarla desde varias perspectivas, en sus “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” (1928).
Para Mariátegui la cultura del Perú hay que revisarla desde varias perspectivas, en sus “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” (1928).

Vallejo y Mariátegui criticaron todos los géneros literarios, mediante su labor periodística (crónicas y artículos). Asimismo, tuvieron práctica y posición ante la literatura como el “arte de la expresión verbal” ​ y, por consiguiente, abarca los textos escritos (literatura escrita) y hablados o cantados (literatura oral). Por Fiestas Patrias, comparto fragmento de un ensayo inédito.

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Vallejo y cultura

César Vallejo fue un hombre culto en varias disciplinas científicas y humanísticas. Sin embargo, su obra, al inicio no comprendida ni valorada, rompió esquemas y se metió en la cultura nacional y europea. En “El arte y la revolución” (1973) y el apartado “Acerca del concepto de cultura” Vallejo señala que: “Se ha manejado con tal hartura y con tanto ensañamiento la palaba “cultura” en filosofía y la palabra “culto” en psicología, que pocos atinan ya a dar con el contenido de estos vocablos. No me refiero únicamente a la confusión que reina en la opinión pública, ni en la conciencia social media. Si no, principalmente, a la confusión de las filosofías y de los propios filósofos. No hay dos de éstos cuyo concepto “cultura” sea idéntico. Aquél llama culto al hombre que sabe sentir la música de Stravinsky, mientras éste llama culto al hombre honrado, aunque maneje sordera absoluta ante el “Apolo Musageta”. Otro llama culto al hombre que maneja magistralmente el latín y el hebrero en la Academia, mientras un cuarto llama culto al hombre que cumple escrupulosamente sus compromisos cotidianos, aunque sea un analfabeto integral”. (…). operan las más opuestas filosofías, según el interés de clase, de patria, de raza, etc. (p.86, p.87) en “El arte y la revolución”.

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Mariátegui y cultura

Para Mariátegui la cultura del Perú hay que revisarla desde varias perspectivas, en sus “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” (1928). En su caso emplea el método interpretativo relativo -materialista, economicista, historicista, lógico-dialéctico- por ello tiene amplitud crítica y acuciosidad para con firmeza opinar desde su posición privilegiada de observador y partícipe de los procesos políticos y sociales de la vida peruana. Mariátegui tiene la visión de analizar al Perú integralmente. Esta responsabilidad le da fuerza a su función de cronista político, y lucidez para testificar la vida del Perú del siglo pasado, que no obstante el tiempo transcurrido, permanece su entereza moral del militante socialista, y ansía lo mejor para su país y sus habitantes. En Mariátegui y en Vallejo dentro del aspecto cultural “refulge una cosmovisión trascendente y palpita un sentimiento cristiano. Ambos escritores, en una esperanzada búsqueda de justicia social, se vincularon al marxismo, pero nunca perdieron su entraña religiosa.

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Literatura por Vallejo

Vallejo escribe “poesía nueva ha dado en llamarse a los versos cuyo léxico está formado de las palabras “cine, motor, caballos de fuerza, avión, radio, jazz–band, telegrafía sin hilos” y, en general, de todas las voces de las ciencias e industrias contemporáneas, no importa que el léxico corresponda o no a una sensibilidad auténticamente nueva. Lo importante son las palabras. Pero no hay que olvidar que esto no es poesía nueva ni antigua, ni nada. Los materiales artísticos que ofrece la vida moderna han de ser asimilados por el espíritu y convertidos en sensibilidad. El telégrafo sin hilos, por ejemplo, está destinado, más que hacernos decir “telégrafo sin hilos”, a despertar nuevos temples nerviosos, profundas perspicacias sentimentales, amplificando videncias y comprensiones y densificando el amor; la inquietud entonces crece y se exaspera y el soplo de la vida se aviva. Ésta es la cultura verdadera que da el progreso; éste es su único sentido estético, y no el de llenarnos la boca con palabras flamantes.

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Literatura por Mariátegui

Mariátegui en el capítulo “El proceso de la literatura” presenta una revisión original de la literatura peruana. Abiertamente manifiesta que su crítica no es “imparcial o agnóstica”. Dice: “Declaro sin escrúpulo, que traigo a la exégesis literaria todas mis pasiones e ideas políticas, aunque (...) debo agregar que la política en mí es filosofía y religión” (p. 207). A la vez anuncia “que considere el fenómeno literario o artístico desde puntos de vista extra estéticos” sino que en la intimidad de su conciencia su concepción estética se aúna a sus concepciones morales, políticas y religiosas (p. 207). Mariátegui propone distinguir en la literatura peruana tres períodos: el colonial, el cosmopolita y el nacional: Durante el primer período un pueblo (...) no es sino una colonia, una dependencia de otro. Durante el segundo período, asimila simultáneamente elementos de diversas culturas extranjeras. En el tercero, alcanzan una expresión bien modulada su propia personalidad y su propio sentimiento (p. 213).

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Conclusión

Mariátegui tiene la amplitud crítica y existencial como partícipe de los procesos políticos y sociales peruanos. En sus comentarios sobre la literatura peruana, Mariátegui destaca el papel de Cesar Vallejo quien, nació en los andes y es el primer poeta capaz de representar a la nación con sus dos mundos: el mundo indio y el mundo mestizo.

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