Lo grotesco y la idea de un futuro apocalíptico y enfermo que Gonzalo Del Rosario presenta en su narrativa, lejos de ser cuestionados, forman parte de su imaginario estético, son algo así como parte de su espectáculo literario.
Lo grotesco y la idea de un futuro apocalíptico y enfermo que Gonzalo Del Rosario presenta en su narrativa, lejos de ser cuestionados, forman parte de su imaginario estético, son algo así como parte de su espectáculo literario.

En Pánico por Chiclayo, cuento que presenta en su libro CALETA (2020), una rara y extraña bacteria ataca gravemente a los pobladores de Chiclayo. Al final, esta “enfermedad” se convierte en una pandemia que recorre todo el norte y el Estado nada puede hacer para eliminarla; solo se resigna a esperar la llegada de científicos norteamericanos y cubanos con una probable cura. No es la primera vez que Gonzalo Del Rosario ha trabajado la idea de un futuro apocalíptico y enfermo; anteriormente en textos como CUENTOS PA KEMARSE ya anticipa la idea un mundo consumido por lo catastrófico, absurdo y grotesco. Estos elementos; sin embargo, lejos de ser cuestionados, forman parte de su imaginario narrativo, son algo así como parte de su espectáculo literario.

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La narración de lo grotesco

El mañana aterrador presente en CALETA no es sinónimo de un final, sino más bien de un estadio en el que los seres humanos tendrán que aprender a vivir a pesar de los constantes peligros. En el cuento Todos vamos a desaparecer, por ejemplo, desde un inicio el narrador menciona cómo de repente sus amigos van desapareciendo; “de pronto una gran sombra nos cubrió y los vi desintegrarse, uno a uno, mis amigos corrieron a sus casas, menos yo, que me quedé petrificado”. El narrador sobrevive y tiene que adaptarse a las nuevas circunstancias. No obstante, hay comportamientos tan humanos como el sexo que difícilmente pueden ser dejado; “acabábamos de hacer el amor. Roberta lucía hermosa sobre mí con sus tetas turgente, pálidas. Cuánto la extraño”. En este relato, la presencia de seres extraterrestres explica el exterminio humano, además refuerza la idea absurda y apocalíptica del libro.

Otro relato de CALETA que presenta esta perspectiva es Here comes the sun. Los personajes principales son el abuelo Juanma, MaHelen, Victoria y el propio narrador. Lo grotesco irrumpe como espectáculo cuando los personajes consumen carne humana. El lector no solo conoce el hecho, además lo imagina cuando el narrador describe las circunstancias de este acto; “a Victoria le gustan los brazos, pero yo prefiero los muslos, y si MaHalen se derrite por el pecho y la pancita, abuelo Juanma es feliz con el poto, su parte favorita, y no come otra cosa más”. El canibalismo es una práctica antigua, por eso, se podría pensar que el relato se sitúa en una época remota; sin embargo, en esta historia pasa lo contrario; lo que plantea Del Rosario es una civilización futura en que la humanidad se ha autodestruido y prácticas como el consumo de carne humana se han naturalizado.

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Narrativa de sexo y violencia

Muchos de los cuentos de CALETA abordan de manera violenta y grotesca la temática del sexo; por ejemplo, en Caídas se relata cómo un grupo de forajidos, en una playa casi desierta, violenta sexualmente a una niña. La narración es explícita: “Y mientras uno se abalanza con una bolsa de tela y le tapa la cabeza, el otro se sienta sobre ella y le sujeta las manos para amarrarlas, el tercero (…)”. Esta escena es observada por un pescador quien cuenta la historia. El mismo narrador cuestiona su pasividad, su miedo y se califica como cobarde; es consciente de su responsabilidad al no haber intentado defender a la menor. La narración de este tipo de escenas podría servir para reflexionar sobre la violencia contra la mujer; sin embargo, en este caso pienso que este tipo de descripciones son bastantes cuestionables por su explicites, sobre todo, si se piensa que son necesarias.

Otro relato que ofrece una visión explícita y violenta del sexo es Zoombie Love. En este cuento Angélica, una adolescente de 18 años, decide convertirse en actriz porno. Sus empleadores le hacen una propuesta poco convencional e impensada hasta ahora para esa industria: tener sexo con un zombie. Ella desea experimentar cosas nuevas; por eso, acepta. A partir de allí se inaugura toda una industria del porno zombie, pues miles de consumidores reclaman más películas de este género; es más, han convertido a Angélica en toda una estrella. El conflicto del cuento se da cuando Angélica y Fido –el zombie– se enamoran. El cuento nos permite pensar en cómo actúa una sociedad caracterizada por el morbo y el espectáculo. La mirada de Del Rosario es crítica, pues irónicamente menciona que los amantes serán premiados y que el mundo intelectual ya publica estudios sobre cine, semiótica y estudios lacanianos relacionados a este tipo de cine.

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Situaciones impensadas y críticas

Al inicio no estuve preparado para leer este libro, probablemente no lo estoy del todo. Es probable también que la sociedad en su mayoría no está educada para leer algunos relatos de CALETA, así como no lo estuvo para las pandemias y los desastres vividos últimamente. Y es que ese es uno de los méritos del libro: ofrecernos situaciones impensadas que –lejos del desagrado– nos interpelan como lectores y desafían nuestras creencias. Creo que Gonzalo tiene el propósito de irrumpir y desestabilizar nuestro mundo; también, a nosotros.