La bicampeona con el equipo femenino de Alianza Lima cuenta sus objetivos para esta temporada y destaca el crecimiento que está habiendo en Perú en esa disciplina.
La bicampeona con el equipo femenino de Alianza Lima cuenta sus objetivos para esta temporada y destaca el crecimiento que está habiendo en Perú en esa disciplina.

El deporte es algo que corre por sus venas. En su época escolar, practicó vóleibol, básquetbol, balonmano y natación, pero el fútbol era lo que más le llamaba la atención. De hecho, por ese gusto, fue matriculada en una academia, pero solo duró un día. “Me retiré porque sentía miradas, escuchaba murmuraciones, porque estaba jugando un deporte que, en ese tiempo, para la gente, lo practicaban los hombres”, recuerda Alison Reyes. El sueño, felizmente para ella, no se derrumbó, más allá de los obstáculos. Hoy, es futbolista de Alianza Lima y se prepara con el entusiasmo que tuvo siempre para afrontar su quinta temporada en el equipo.

¿Qué objetivos te has propuesto para este año?

Quiero regresar en óptimas condiciones, al 100%, después de la lesión del año pasado. Quiero hacer las cosas bien para ser llamada a un nuevo microciclo de la selección peruana. También, quiero ayudar a Alianza a conseguir el tricampeonato.

¿La Copa Libertadores es un tema que te ilusiona también?

A comparación del anteaño pasado, que pasamos a cuartos de final, este año las ambiciones crecen. Este año, queremos nosotras poder jugar una semifinal y una final, que es la ambición más grande que tenemos como equipo y personalmente.

¿Después de las dos experiencias a nivel internacional, sientes que se puede competir?

Con planificación, con organización. Es importante ese tiempo que tengamos para prepararnos para ir a competir. No solamente hacer participación, sino ir y luchar un puesto. Obteniendo mejores resultados en una Copa Libertadores abre muchas puertas.

A propósito de eso, ¿notas el crecimiento del fútbol femenino?

Está dando pasos seguros, pasos que nos hacen cada vez más profesionales. Los clubes siguen haciendo contratos profesionales y eso cada vez nos motiva y motiva a los demás clubes a sumarse a este gran reto. Nosotras estamos para cinco años más, bien jugados, pero las niñas que vienen atrás son las que van a disfrutar y, por qué no, hablar de que esas niñas puedan vivir del fútbol.

Y eso te motiva para seguir...

Están habiendo cambios. La oportunidad que se tiene no solamente de estar en un equipo, sino que te hagas visible y puedas tener la oportunidad de ser refuerzo de otros equipos. Eso es importante porque te ayuda a la sana competencia y a esforzarte a ti mismo.

¿Qué sacrificios tuviste que hacer en este camino?

Todavía muchas de nosotras trabajamos, entrenamos y estudiamos. Imagínate compartir al día esas tres actividades, también el espacio para estar con tu familia. En el tema deportivo, tener que descansar, tener que alimentarte bien, tener que hacer un entrenamiento invisible, aparte del que tú haces en el club.

¿Tuviste siempre el apoyo de tu familia?

Al principio, a mi mamá le costaba, como a toda madre, creo yo. Vio lo que era lo que yo más amaba, lo que más me gustaba e, incluso, por intermedio del deporte, conseguí becas. A mi mamá no le quedó de otra que apoyarme y ahora es mi incondicional.

¿Qué mensaje le darías a las mujeres que desean jugar fútbol?

El machismo todavía perdura, pero están habiendo cambios, es verdad. Si nosotras nos ponemos como meta hacer lo que más nos gusta, la gente de afuera no tendría por qué meterse. Que siempre luchemos por lo que nos hayamos propuesto. Que nuestros sueños sean más grandes que los comentarios que escuchemos.