Por: Jerry Bautista

Su madre decidió llamarla Arena, sin pensar que ese sería el inicio de los vínculos más fuertes que generaría desde pequeña: el mar y el surf. Hoy, Arena Rodríguez ya se consolida con la tabla y sueña con los Juegos Olímpicos.

“Es una hermosa coincidencia. A mi mamá siempre le gustaron los nombres relacionados a objetivos o cosas de la naturaleza”, reveló la joven deportista que ya maravilló al mundo con sus dotes corriendo sobre las olas.

¿Cómo empezaste en el surf? ¿Siempre estuvo en tu mente competir de manera oficial?

Fue algo que se fue dando. Empecé a surfear a los 8 años. Un día, mi papá me preguntó si lo quería intentar. No vengo de una familia surfista ni nada, nació de un ‘por qué no lo intentas’. A mí me encanta hacer deportes desde pequeña, estaba probando a esa edad y pensé que era uno más. Sin embargo, me encantó, lo seguí haciendo por un año y, probablemente, cuando tenía 9 o 10, tuve mi primera competencia. Fue sumamente especial. Todo se fue dando, pues, al inicio, solo era un deporte que disfrutaba.

¿Qué fue lo más difícil en ese comienzo?

Lo más difícil es competir contra mayores. Nunca tuve a una chica de mi edad que estuviera en el mismo nivel que yo y siempre estuve junto a rivales más grandes. Y siempre me ganaban. Esa diferencia de dos años, en ese momento, era bastante grande, por la fuerza, la altura y qué tan avanzada eres. Ese fue un gran reto que me ayudó bastante a ser competitiva y esforzarme desde pequeña.

Has sabido vencer a Gabriela Bryan, la número uno del ranking, en el tour mundial de la WCT. ¿Cómo te toma este crecimiento en tu carrera?

Fue un gran desafío y una gran experiencia. Me motivó mucho, me ayudó a ver qué tan cerca estamos las deportistas peruanas de esa exigencia. Desde Sofía Mulánovich, ninguna chica ha tenido la oportunidad de estar en el Tour Mundial de manera permanente. Sentí que, por primera vez, era posible. Y ganarle a Gabriela Bryan, simplemente, fue increíble para mí.

También ocupaste el cuarto lugar en el Mundial de tabla de El Salvador. ¿Cómo afrontaste ese período?

Creo que tuve un gran nivel. El reto más grande fue estar concentrada en cada heat, porque estos eventos ISA tienen muchas rondas y no es como en ningún otro certamen. Es necesario ser muy consistente en tu surfing, porque a veces las mejores pueden tener heats muy buenos, como también tener una cifra promedio en el siguiente. Si bien se me hizo difícil en otros campeonatos ISA, mejoré y estoy muy feliz de que se me haya dado en El Salvador, un lugar que tiene tan buenas olas.

Al margen de tu talento con la tabla, hay que tener suerte con las olas. ¿Has desarrollado un instinto para empezar a correr? ¿Qué aspectos vas tomando en cuenta?

Bueno, antes de entrar a cualquier competencia, tienes que mirar bien el mar, saber a dónde vas a ir y tener un plan B, porque la suerte tiene que ver. Pueden entrar olas por donde viraste o cambiar hacia donde normalmente no había movimiento en la mitad del heat. Cada uno tiene su instinto. Tal vez planeas algo que al inicio funciona, cuando entraste, pero a mitad del heat cambian las condiciones y tienes que ir valiéndote por ti mismo y por tus decisiones. Es muy importante seguir tu instinto, porque es lo que te guía. Y si no sale como pensabas, por lo menos estás tranquilo de que seguiste en lo que creíste.

El tiempo también juega en contra. ¿Cómo lo manejas en situaciones adversas?

Para mantenerme en calma, soy de las personas que toma un par de respiraciones: inhalo y exhalo mientras estoy sentada esperando olas, pensando en qué hacer y qué necesito. Ese es mi plan. Analizo si requiero un puntaje específico, una ola buena o grande, en qué lugar tengo que posicionarme... entonces, me muevo. Todo esto es veloz, pasa en menos de 30 segundos. Incluso, en menos tiempo. En ocasiones, regresas remando y ya sabes lo que necesitas hacer. Solamente, hay que estar tranquila y decidir.

¿En tu equipo de trabajo también cuentas con un área psicológica?

Sí, trabajo con mi psicóloga, Rafaela Pacheco, de Psicotraining, con quien tenemos cinco años como mínimo. La verdad, me ayuda bastante en ese aspecto, pues he pasado por varias situaciones que debí aprender a controlar.

Sabiendo que ahora el surf es parte de los Juegos Olímpicos, ¿qué expectativas tienes sobre ese evento?

Como todo atleta, no solo surfista, quiero estar y ser parte de los Juegos Olímpicos. Es un sueño que tengo desde niña. Recién es posible disputarlo y me encantaría ser parte de la delegación. Faltan varios años, pero me estoy preparando para poder representar bien al país.

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