Grecia no dio lugar a la sorpresa por parte de Rumania y defendió el resultado en casa para con un empate 1-1 lograr su clasificación a Brasil 2014.
Los pupilos del seleccionador portugués, Fernando Santos, se mantuvieron firmes a la intensa presión ejercida por Rumanía desde el inicio del partido, que permitía soñar a los 53.000 aficionados locales con remontar el 3-1 del primer choque.
Sin embargo a pesar de la presión rumana fue Grecia quien se adelantó en el marcador con un gol de Mitroglou a los 23 minutos. Este resultado prácticamente sentenciaba a los locales que tenían que hacer tres goles.
El tanto del empate fue por gracias a un autogol de Torisidis. Luego el marcador no se movería y los helenos clasificarían por tercera vez a una justa mundialista