Luego que el árbitro italiano Rizzoli pitara el final del Alemania Argentina que le daba el tetracampeonato a los teutones, la tristeza gaucha se desató en el campo de juego.

Los argentinos se derrumbaron, algunos lloraban, en el campo de juego, mientras que otros los ayudaban a recuperarse.

Messi no lloraba, sin embargo se encontraba totalmente desencajado, incluso cuando recibió el premio como el mejor jugador del Mundial.

Lea también: (Fotos: EFE y AFP)