Samir Mendoza llegó a Alianza Lima en el 2013 para dirigir el fútbol femenino.
Samir Mendoza llegó a Alianza Lima en el 2013 para dirigir el fútbol femenino.

Por segunda vez en su historia, presentó ante sus hinchas al equipo femenino en la Noche Blanquiazul. Pero a diferencia del 2020, esta vez fue más que una presentación, fue el homenaje y reconocimiento a un plantel histórico en el fútbol peruano. Las campeonas del 2021 desfilaron por el estadio de Matute, que se rindió ante el primer equipo nacional que superó la Copa Libertadores Femenina, la pasada temporada al mando del profesor Samir Mendoza.

- ¿Cómo toma este avance del fútbol femenino?

Como le digo a las deportistas, yo me siento parte de todo este crecimiento que ha dado el fútbol femenino. Empecé el 2009 como entrenador y desde esa época tengo varias chicas en el equipo de Alianza, Myriam Tristán, Alexandra Zamora, Valderrama, Alison Reyes, que tenía 12 años en aquella época. De hecho el domingo que entrenamos, les recordé lo que antes padecíamos para entrenar, y hoy miramos lo que tenemos y hay que valorarlo, porque esto para todos nosotros es un paso muy importante para el fútbol femenino.

- ¿Cuál es el mayor cambio?

Uf, muchísimos. Hoy es más profesional. En Alianza, por ejemplo, ya completamos todas las áreas. Ello hace que los entrenamientos sean más integrados. Ahora, podemos ver la parte física, nutricional, psicológica, metodológica, médica, marketing, todo en conjunto. Además, hay más visibilidad para las chicas. El campeonato es televisado, imagínate. Ello antes era impensado.

- Estos cambios han generado mayor responsabilidad en las futbolistas, ¿cómo lo han tomado?

En el 2013 empezamos con 30 deportistas, hubo una para y volvimos el 2019, donde quedamos en segundo lugar del torneo nacional. Es ahí donde viene el cambio. Me volví más exigente y les dije cómo iba a ser de ahora en adelante y si estaban preparadas para ello. Porque la que no seguía el lineamiento del club, lamentablemente, no iba a poder continuar. Hubo muchos cambios. Algunas siguieron y otras no, pero no porque no quisieran, sino por el tema económico. Hay madres, tienen otras entradas, otras responsabilidades, que no pueden cubrir solo con el deporte. También hay estudiantes y algunas estaban en sus últimos años de carrera. Sin embargo, también hubo un grupo que no quería entrenar, al menos cinco veces a la semana. Pero en su mayoría, las chicas entendieron y hoy gracias a Dios este el club nos brinda mucho apoyo y confianza, lo cual genera compromiso. Hoy les digo a las chicas para entrenar un domingo y lo hacen felices.

- Considerando que tienen otras responsabilidades, ¿Cómo son las coordinaciones con las deportistas en cuanto a sus horarios?

En el 2019, empezamos tarde a reclutar chicas, en marzo, y ya casi todos tenían sus equipos listos. ¿Qué hice? Empecé a indagar cómo eran sus días y quedamos que podíamos entrenar en las noches, porque temprano tenían muchas responsabilidades que cumplir. Me adapté a ellas. Luego, empezó en el 2020 y seguimos con los entrenamientos por las tardes, hasta que vino la pandemia y cambió todo. Conversé con ellas y todas movieron sus actividades para entrenar de 6:30 de la mañana hasta las 9. Nosotros conversamos y nos adaptamos y tratamos de ser flexibles.

- Son un equipo bastante unido y con mucha comunicación…

Lo primero que incluimos en nuestro desarrollo es la identidad. Tratamos de manejar la parte psicológica con valores y el buen trato al grupo. La unión hace la fuerza y nuestro éxito se ha dado gracias a ello, y porque todas tenían claro el objetivo y deseaban dar ese paso importante en el fútbol femenino. Nos lo metimos en la cabeza y se logró.

- ¿Esta es la primera vez que dirige un torneo televisado?

Sí y estoy muy feliz de que se haya dado, por ellas. Yo por ellas (las jugadoras) siempre pongo el pecho y quiero que tengan lo mejor. Creo, además, que en la pandemia fue una forma de unir muchas familias, porque se juntaban para vernos. Yo les decía a las chicas que teníamos el privilegio de que nos puedan ver y que nuestras familias se unan. Eso sí, había que asumirlo con mucha responsabilidad. Desde que nos dieron la noticia, sabía que todo iba a ser más exigente.

- El hincha estuvo mucho más pendiente de ustedes …

Presión siempre habrá solo por el hecho de estar en Alianza. Por ello, gracias a Dios, ahora tenemos un departamento de psicología que nos ha ayudado mucho.

- ¿Cómo ha visto el crecimiento de las chicas a nivel táctico y técnico?

Este 2021 logramos una cantidad de goles de todo calibre. En el área, de cabeza, y se repotenciaron en todas las partes del campo, sobre todo en el aspecto físico. Las ayudamos mucho con su peso. Los nutricionistas las siguieron siempre y eso se vio reflejado. De hecho, les acabo de enviar su informe, sobre cómo iniciaron el año y cómo terminaron, también mentalmente. La mejora física fue fundamental. También, otra cosa muy importante para nosotros es que el deportista crea en su comando técnico. Para eso, nosotros tenemos que hacer que el deportista sepa que queremos su mejoría.

- No solo resaltaron con los goles, también lograron mantener su arco en cero …

El objetivo era llegar a la final y campeonar, pero partido por partido las expectativas empezaron a crecer por el arco en cero. Nosotros hemos reclutado deportistas y según ello vemos a qué jugamos. Nuestro equipo es súper ofensivo, según nuestras características, pero lo defensivo sorprendió. Empezamos a trabajar la línea de tres, pero quien sabe de fútbol sabe que se termina defendiendo de cinco.

- ¿El mismo sistema del primer equipo?

Sí, y lo hemos conversado con el profesor Carlos Bustos, nos llevamos muy bien. Yo veía sus entrenamientos desde la tribuna, él a veces se quedaba viéndonos a nosotros y siempre hubo mucho apoyo. Además, lo bueno se copia y se mejora.

- ¿Cómo fue el apoyo del primer equipo?

No sé qué decir. Esos chicos son increíbles, me saco el sombrero con ellos. El capitán llega con su carro y las saluda a todas. Cuando llega Hernán Barcos, igual. El profesor Carlos Bustos nos ha dejado entrenar en plena concentración. Jefferson Farfán una vez se sentó y empezó a transmitir nuestra práctica en vivo. Me pidió permiso y le dije ‘lo que usted desee, señor Farfán’. Además, él le había prometido a Deyli Romero una camiseta de la Selección y se la dio delante de todos. Siempre venían, nos tomaban fotos, nos aconsejaban. De verdad que todo eso suma. Y mira cómo terminó, todos campeones.

- Tuvieron también el gesto de jugar un partido con los apellidos de las chicas …

Lo recuerdo. Barcos con la de Lucar, Farfán con la de Novoa y así, coincidían con la posición en el campo. Fue muy bonito.

- ¿Fue su primera Copa Libertadores?

Nosotros nos preparamos para competir, hubo planificación, entrenamos a doble turno y el club nos apoyó muchísimo.Estuvimos a la altura, con el respeto de todos los clubes. Contra Corinthians hicimos un buen partido. El primer tiempo fue muy bueno. Hasta ahora lo sigo viendo y si los 45 minutos iniciales hubieran acabado distintos, tal vez el resultado hubiera sido otro. Pero de las derrotas se aprende y toca seguir.

- ¿Se queda con la sensación de que pudieron seguir avanzando?

Sí, de verdad que sí. Cuando se empata el partido contra Corinthians, vi toda su banca y estaban desesperados, porque contrarrestamos sus armas. Llegó la pelota parada y cambió todos los planes, porque teníamos uno B definido para el segundo tiempo.

- El empate contra la Universidad de Chile fue histórico …

Cuando perdimos con el Deportivo Cali, dos chicas terminaron llorando. Nos pusimos en un costado del campo y simplemente les hice recordar que teníamos dos finales más y que estábamos a la altura de cualquier equipo, porque ese Deportivo Cali tenía prácticamente a toda la selección de Colombia. Y si bien nos costó, el encuentro en general estuvo parejo. Ellas sabían que teníamos que ganar el siguiente partido, sobre todo porque Cali iba a salir a ganarle a la Universidad Católica y teníamos que demostrar que también podíamos. Los resultados se vieron, gracias a Dios.

- ¿Les han comentado cómo será el torneo?

Nos han dicho aún generalidades, esta pandemia corta muchas cosas. En marzo empieza el campeonato, así que el miércoles anterior arrancamos el periodo de adaptación con el preparador físico.

-¿Hay fecha y formato?

Nada está definido, pero nos han adelantado que será descentralizado y con 13 equipos, todos contra todos, los seis primeros avanzarán y luego habrá playoffs. Además, habrá descenso. También se sabe que habrá como máximo tres extranjeras en campo y una deportista sub 20. La fecha sería el 19 de marzo, pero aún va a depender del contexto.

- La mayor novedad es que será descentralizado, ¿cómo cambia la preparación?

Yo creo que ello se va a dar. En el 2020 nosotros empezamos el 7 de enero con la idea de jugar en provincia. El torneo iba a empezar el 24 de abril, pero llegó la pandemia. De hecho, el club nos había dado ya maletas, buenas casacas, entre otras cosas, pensando que íbamos a tener que viajar. Además, la Federación se iba a hacer cargo de los pasajes y las estadías. En cuanto a lo físico, sabíamos que estaría Melgar, Ayacucho y ahí íbamos a tener que jugar en altura. Ahora sería casi igual. Jugariamos en Trujillo, Cajamarca y Ayacucho. Luego, todo es plano.

- ¿Cuándo el hincha de Alianza podrá conocer el equipo en su totalidad?

La primera semana de febrero o quincena, que es la fecha donde aún pueden cambiar de clubes según FIFA. Estamos aún manejando algunos nombres que podrían llegar.

- ¿Habrá partidos amistosos?

Sí, pero no lo hemos apresurado, porque queríamos terminar bien el año con la Copa Nike. Además, la tercera ola nos ha frenado un poco. Pero se está viendo un partido internacional y partidos de práctica, pero todo dependerá del contexto

- ¿Cómo ha visto el trabajo de Sisy Quiroz?

Siempre fue necesario una cabeza para que las deportistas puedan contar con todas las herramientas y ese trabajo, como gestora, Sisy lo ha hecho muy bien. Ella planificó todo y nos facilitó las cosas.

- ¿Considera que nuestro fútbol es profesional?

Aún hay muchas cosas que seguir mejorando en busca de la profesionalización, pero sí creo que se ha dado un paso importante, porque hay empresas privadas apostando por nosotros. Pero, como club Alianza Lima es como si ya lo fuéramos, porque tenemos todo. Las chicas tienen proteína, zapatillas, estructura, toda la logística para desarrollarse. En lo económico ha habido mejoras que tienen contentas a las chicas.

-También hay un público muy interesado…

El hincha de Alianza ha estado muy pegado. Nos han ido a ver hasta el hotel, los banderazos eran increíbles. Nosotros veíamos eso por televisión y poder vivirlo fue increíble. Y en la Noche Blanquiazul, con los logros obtenidos, va a ser sensacional. El hincha valora lo que el equipo femenino ha hecho y se lo van a agradecer.

- ¿Qué objetivos se ha planteado este año?

El principal es que mis chicas se sientan cada vez más profesionales. Ellas hoy están muy bien. El otro, estamos en Alianza, y el objetivo es apuntar a lo más alto.