Perú quedó en deuda la noche de ayer. El empate 1-1 con sabor amargo ante Uruguay dejó insatisfechos a hinchas, comando técnico y jugadores. Y uno de los que más expresó esa desazón fue el capitán Paolo Guerrero.
Tras el pitazo final del árbitro, el 'Depredador' salió fastidiado del campo de juego, llenó de impotencia y cólera por un empate que no debió suceder. Con 10 hombres en gran parte del partido, Uruguay fue el aguafiestas en el Estadio Nacional y logró empatar el partido. Aquí las imágenes.