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Su pasión por el fútbol y la capacidad de imitar a sus ídolos convirtieron a Pedro Alfredo Novella Solís en un prominente futbolista que brilló en los años 80 y 90 en todos los equipos en los que ha jugado.

No obstante, aunque vistió en dos oportunidades la bicolor, nunca pudo hacerlo de manera oficial por un presunto mal cardíaco, a pesar de eso siempre demostró ser un guerrero en el campo de juego, sea en la costa o en altura.

¿Cuáles son sus raíces como futbolista? Desde muy pequeño siempre tuve inclinación hacia este deporte maravilloso como es el fútbol, a tal punto que gateaba detrás de una pelota. Yo vivía en un callejón del Rímac en Lima y cada vez que miraba a la Selección en la televisión luego salía a la calle a imitarlos pateando el balón a la pared. Me imaginaba que yo era Cueto, Percy Rojas y Chumpitaz, y me hacía una película en mi cabecita haciendo que sea como un sueño y era la fuerza para que luego los haga realidad.

¿Aprendió solo a jugar el fútbol? Así es, a mi nadie me enseñó a jugar el fútbol. Yo simplemente miraba a los jugadores en la televisión y como tenía mucha habilidad para imitarlos, hacía después lo mismo que ellos. Recuerdo que una de las figuras que me llamaba bastante la atención era César Cueto a pesar que yo soy diestro; para eso yo tiraba la pelota a la pared y pateaba con la zurda. También me gustaba como jugaba Julio César Uribe, era un ídolo para mi.

¿Dónde practicaba? Si yo hubiese vivido con mi papá y hubiese tenido la presión de mi papá, derrepente no hubiese sido futbolista. A mi abuelo le encantaba el fútbol y solo con él podía ver los partidos en la televisión, porque mi mamá era capaz de no comprarme una zapatilla con tal que no juegue fútbol dado que siempre me iba a jugar a la pista con mis amigos y teníamos que driblear al rival y a los carros para que no nos atropelle, éramos ricos en habilidad. Lo que ahora se hace en las academias, lo hacíamos artesanalmente a través de las escondidas, lingo, chancalalata y poníamos varitas en la pared para saltar. Regresábamos a la casa recién a las 10 o 10:30 de la noche.

¿Cómo así llega a jugar en la profesional? Toda mi vida había jugado en un callejón y la pista, hasta que cuando tenía 17 años tuve la oportunidad de hacer un partido de practica con el equipo de Law Chun, hice dos goles, se enamoraron y me dieron trabajo. Después de algunas semanas, el administrador de la empresa donde trabajaba gestionó un partido amistoso contra la “U”, jugué ese partido, hice dos goles y a los tres meses ya estaba en el equipo profesional, todo fue muy rápido. Creo que tuve mucha suerte porque hay, han habido y habrán jugadores mucho mejores que yo, pero no tienen esa suerte que tuve por que todo ha sido un milagro.

¿Cómo fue su debut? Debuté con Universitario de Deportes en 1984 en un partido amistoso contra La Palma de Huacho. Aunque yo era centro delantero, en la “U” me hicieron jugar de back central; en ese grupo estaba el Puma Carranza que debutó un año después.

¿En qué otros equipos ha jugado? Luego de estar en la “U” casi tres años pasé a integrar las filas del Coronel Bolognesi, Sporting Cristal, Sipesa, Aurich-Cañana, José Gálvez y Lawn Tennis (Segunda) donde terminé retirándome el año 2000. En todos esos años, jugué 5 ediciones de la Copa Libertadores, una Copa Conmebol (ahora Sudamericana) y un paso corto en la selección peruana.

¿Por qué? Mi carrera fue como de todos y tuve mucha suerte, pero me dolió mucho cuando luego de ser convocado por la selección el año 85 que fue a La India y Europa, me dijeran de la noche a la mañana que no viajaría porque me habían detectado un mal cardíaco y que si seguía haciendo este deporte me iba a morir. Pero como jugaba en la “U”, el médico del club me hizo ver con los mejores especialistas y me dijeron que no tenía nada, pero ya tenía ese antecedente y nunca más me volvieron a convocar.

¿Cómo se da su llegada al “Bolo”? La “U” me trae al Bolognesi como préstamo a fin de que yo pueda tener más oportunidades de jugar debido a que a la “U” había llegado un entrenador brasileño que más apostaba por gente experimentada. Con el “Bolo” jugamos un regional el 87 y logramos el campeonato jugando en ciudades de altura como Puno y Arequipa. Ahora estoy abocado en una nueva etapa de mi vida como entrenador.

¿En qué posición jugaba? He jugado en todos los puestos. Cuando debuté en la Liga de La Molina jugaba como centro delantero, pero cuando pasé a la “U” me hicieron jugar de back central y después de marcador; en Cristal era volante de contención.

¿Qué equipos ha dirigido? El Bureau de Tacna, Alfonso Ugarte de Puno, Diablos Rojos de Juliaca, entre otros. Cuando subió Coronel Bolognesi al fútbol profesional, el 2002 fui asistente del argentino Roberto Di Plácido, luego pasé a dirigir la sub-20 del “Bolo” quedando tercero a nivel nacional por encima de la “U” y Cristal. Estando en Tacna tuve la oportunidad de salir a dirigir en otras ciudades pero no tenía carnet de cancha. Ahora si estoy dispuesto a irme donde me llamen.