Pedraza: suspensión de los partidos fue "por un error de la asociación"
Pedraza: suspensión de los partidos fue "por un error de la asociación"

En diálogo exclusivo con EL BOCÓN, el Ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, reveló las verdaderas razones por las que ordenó la suspensión de los encuentros entre Sporting Cristal y Alianza Lima, y Universitario de Deportes frenta a Juan Aurich, aseverando que los responsables de la paralización del fútbol son los directivos de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional (ADFP), que realizaron una pésima programación de los cotejos.

El primer craso error cometido por la ADFP, que preside Luis de Souza Ferreira, es haber convocado dos encuentros con barras tan populares en Lima, en un mismo día.

"La regla es que no se organicen dos partidos de esta magnitud juntos. Siempre han sabido esto. No es una cuestión de capricho del Ministerio, sino de un error de la Asociación. Esto no es nuevo para ellos, lo saben desde hace mucho tiempo", señaló el titular del Interior.

Perjudican al hincha. Los verdaderos perjudicados con la suspensión de los partidos son los hinchas, que se enteraron de la noticia horas antes de que inicien los compromisos; muchos de ellos con sus entradas ya compradas.

"Esta decisión ya se sabía desde el martes en la noche, lo comunicamos a la Asociación y hasta les solicitamos que programen solo un en cuentro para poder enviar a los efectivos policiales necesarios. Ellos no hicieron caso a la petición y por eso hoy (ayer) no se jugó ningún partido", responde Pedraza.

Número de policías. A primera impresión, o tal como lo ha dejado entrever la ADFP, el problema era la falta de contingente policial, la escasez de número de efectivos que logren resguardar dos eventos deportivos de gran magnitud.

"La suspensión es por prevención, porque de estos cuatro clubes, tres son locales y tres tienen barras grandes y que obviamente hace presumir que podría afectar la seguridad de la ciudadanía. Además, es verdad que cubrir ambos eventos requiere de mil a mil quinientos policías, una logística enorme que podría haber sido manejada mejor con el cambio de fechas de los partidos", argumentó el ministro.

"La protección del público no inicia con el pitazo inicial, este empieza mucho antes y termina muchas horas después del juego. La seguridad no solo se da en los estadios, eso tiene que quedar bien en claro", agrega.

Razón de la sinrazón. La pregunta cae de madura: ¿qué razón tuvo la Asociación para programar dos partidos de tamaña envergadura en un mismo día?.

"En realidad suponemos que fue de buena fe que juntaron dos partidos, pero no sabemos cuál es. Para nosotros lo importante es la seguridad de la gente que asiste a los estadios y los que se encuentren aledaños al mismo", indicó Pedraza.

Clubes indignados. Clubes como Sporting Cristal mostraron su molestia en un comunicado de prensa, asegurando que a las 4:54 a.m. les comunicaron que el partido no se jugaba, acrecentando su indignación por la falta de tino para programar y desprogramar los encuentros.

"Nuestra comunicación ha sido siempre con la ADFP que es el encargado de trabajar este tema. Hemos estado en contacto con la Asociación a quien les pedimos anoche, a las 11 p.m, que suspendan solo uno de los partidos, pero por una falta de coordinación de ellos mismos no hicieron lo solicitado. Nosotros estamos prestos ha enviar el resguardo policial en cuanto se nos pida. Si para mañana (hoy) aseguran que jugarán solo uno de los partidos, enviamos a los policías necesarios. El punto, como repito, son los errores en la programación", repite Pedraza como una aseveración de la serie de equívocos a las cuales nos hemos empezado a acostumbrar por parte de la Asocidación Deportiva de Fútbol Profesional.

Antes de concluir la entrevista, Pedraza agradece a clubes como Alianza Lima y Universitario de Deportes que han implementado seguridad particular en sus estadios y hasta el uso de cámaras dentro y fuera de los mismos. Esto, de cierta forma, facilita y ayuda al orden en los encuentros deportivos, en donde los cotejos no se juegan en la cancha sino afuera, por culpa de la ineptitud de algunos directivos de nuestro balompié.