El reconocido técnico, dos veces campeón con el buzo celeste, se refirió a la situación que se vive en La Florida: reveló que no recibió ningún llamado y felicitó la inclusión de Julio César Uribe
El reconocido técnico, dos veces campeón con el buzo celeste, se refirió a la situación que se vive en La Florida: reveló que no recibió ningún llamado y felicitó la inclusión de Julio César Uribe

La figura de Roberto Mosquera está grabada en la retina de los hinchas de Sporting Cristal, por sus títulos en 2012 y 2020. Además, tuvo papeles sobresalientes en Sport Huancayo, Juan Aurich y Binacional. Hoy, en medio de una pausa profesional, el destacado técnico hace un análisis de la actualidad de su querido equipo celeste y del fútbol peruano.

En estos meses de ausencia en el fútbol, se especuló que ya no tenía pensado dirigir. ¿Qué decir ante estos comentarios?

No sabía de eso ni escuché nada al respecto. Cuando me retire, lo diré públicamente. Si fue por el tema de salud, estoy en mi mejor momento y en una edad importante. Tenía un tema en el nervio ciático que duró muy poco. Caí en manos del mejor especialista, en un par de semanas estuve bien y una vez al mes voy por evaluaciones. He tenido un año sabático y he recuperado a mi familia. Tengo 28 años sin parar y necesitaba un espacio para mí, mi esposa, mis hijos y mis nietas. He viajado bastante, asistí a cursos... me siento bien.

¿Siente nostalgia por estar en el banquillo otra vez?

No es nostalgia, es algo natural en mí. Soy entrenador de fútbol y hay una diferencia en que no te llamen y que tú decidas a dónde ir. Gracias a Dios, en todo este tiempo, siempre he tenido propuestas hasta ahora último. Trato de ser selectivo, busco un proyecto que me seduzca, que me comprometa a trabajar de determinada manera y por el cual se pueda salir adelante. En 2011 comienza realmente mi carrera, pues en los equipos en los que estaba, no pagaban y se caía el proyecto. Ese año, junto a mi comando técnico, queríamos que nos paguen el 30 y llegamos a Sport Huancayo, al que salvamos de la baja. Y en 2012, nos contrata Sporting Cristal, que estaba siete años sin campeonar, y logramos el título. Después, me sacaron por un tema de estilo, el cual no le exigieron a ningún otro entrenador... solo a mí y estando invicto, pero, bueno, esa es una pregunta para la dirigencia. Luego, fuimos a Juan Aurich, donde ganamos el Torneo Apertura y jugamos la final. Ahora, no es que no me pueden llamar de urgencia, pero trato de que sea algo armónico. Por la madurez que tengo, no solo puedo tapar huecos o dar soluciones, creo que podría hacer algo más, como, por ejemplo, en Wilstermann.

Es imposible que no se le vincule con Sporting Cristal. ¿Está al tanto de la negativa situación del club?

Solo he visto un partido de Cristal y he tratado, por mi hijo, de mantenerme al tanto, porque estuve un tiempo en Colombia, con mi familia. Cuando llegué, sí he visto algunas incomodidades que pasan cuando el equipo no está cerca de los primeros lugares. Es lo normal, es lo que la historia de Cristal ha institucionalizado, así que vendrán tiempos mejores. Imagino que la dirigencia tomará la decisión correcta y el club volverá a estar donde, por historia, le corresponde.

En este tiempo que se habla de identidad, Julio César Uribe se unió a Cristal como asesor. ¿Qué le pareció la decisión?

Me encantó. Es un referente. Jugué con él desde los 12 años y a esa edad, jugaba igual que a los 20. Es un genio del fútbol. Tiene unas condiciones tremendas y es una persona de primera que pocos conocen tanto como yo. Se ha autoeducado todo este tiempo y me da mucho gusto que haya sido llamado por Sporting Cristal, el equipo que amamos. Yo lo llamé y le dije que estaba muy contento. Somos hermanos.

La postura de tener a sus referentes se sostiene en Alianza Lima y Universitario. ¿Cuán positivo es para los clubes?

Es muy positivo, desde el momento en que vemos que hay 13 entrenadores extranjeros y los demás son nacionales. No solo es una desproporción, creo que la capacidad no tiene nacionalidad y jamás le cerraría las puertas a un extranjero, porque yo he ido a trabajar en Bolivia y me fue más que excelente. No obstante, no deja de llamar la atención este desbalance. Y no sé si será un tema dirigencial o si habrán perdido confianza en los directores técnicos peruanos. Respecto a Wilmar Valencia y Franco Navarro, es notorio que hay un cambio en Alianza Lima y el entrenador que han traído, Néstor Gorosito, demostró que es un grande. Por ahí, en algún momento, va a tener perfil de selección. Y lo de Jean Ferrari con Manuel Barreto es igual, da para pensar de que deben haber estas personas preparadas y que saben de fútbol. Es saludable.

De cara al futuro, si es que surge la posibilidad de volver a Cristal, ¿estaría dispuesto?

Yo dejé de hablar de posibilidades hace mucho tiempo. Hay que dejar a Cristal tranquilo, con la búsqueda de lo que necesita. Yo no he sido llamado en ningún momento, entiendo que están buscando otro perfil y está bien. Quiero que lo que haga Cristal funcione, que esté en los primeros lugares y que juegue bien. A la afición, la quiero y aprecio. He tenido algún encontrón con dos o tres hinchas, que no he hecho público, porque me faltaron el respeto y han querido enemistarme de la hinchada, pero no se puede enemistar de alguien que tiene seis títulos y que ha dado su vida por Sporting Cristal. Sé quién soy, pero también tengo límites cuando me insultan o maltratan. No soy de pelear ni nada, aunque, a veces, hay que poner las cosas en su lugar.

A la vez, el profesor Mosquera elogió la presencia peruana en la Libertadores: “Alianza ha sido el abanderado. Soy hincha de Cristal, pero reconozco y me da gusto que le vaya bien. No voy a decir, ‘ojalá que pierdan’, es una desviación del alma que, gracias a Dios, no tengo”.