Con la ilusión del país, la  cumplió su primer entrenamiento en Río de Janeiro, ciudad que la recibió para el enfrentamiento por la final histórica de la  ante el anfitrión Brasil.

En segundo lugar, el gimnasio no fue brindado exclusivamente para los peruanos, que tuvieron que compartirlo con juveniles del Fluminense. Y por último, en una gélida mañana de lluvia, le dieron a la selección tinas de frío.

La sala de prensa tampoco fue habilitada, y hoy ningún jugador brindará declaraciones a los medios.