Decenas de aficionados peruanos se apostaron en la madrugada en las afueras del hotel Westin (San Isidro) para perturbar la tranquilidad de la selección chilena.

A pesar que el hotel Westin posee una estructura que impide que el ruido del exterior afecte a sus huéspedes, los fanáticos con banderas, pancartas y hasta con instrumentos musicales y bombardas prosiguieron con sus gritos y cánticos.

Las calles aledañas al hotel donde se encuentra hospedada la selección chilena fueron restringidas tanto para el paso de vehículos como de peatones.

Cerca de la 1 a.m., la Policía Nacional dispersó a los fanáticos, quienes se trasladaron al parque Mariscal Cáceres. Sin embargo, decenas de ellos indicaron que permanecerán toda la madrugada en los alrededores del hotel con el objetivo de interrumpir el descanso de los visitantes.

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