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La estadounidense  derrotó hoy en la pista central de  a su hermana mayor, Venus, por un contundente 6-4 y 6-3, en una hora y ocho minutos, y avanzó a los cuartos de final del torneo.

Diecisiete años después de su primer partido en el circuito profesional -en el Abierto de Australia de 1998- y cuando se cumplen quince años del primer choque en  -en semifinales de 2000, ganado por Venus-, la menor de las Williams, cabeza de serie número uno, apenas sufrió ante su hermana, a la que apeó del torneo en poco más de una hora.

"Es mi hermana. Lo es hoy, lo será la próxima semana y también el año que viene: eso es más importante que un partido", dijo  sobre su hermana antes del duelo.

Con seis saques directos y un 75 por ciento de puntos retenidos con su primer servicio, Serena, de 33 años, destrozó a Venus, de 35, que partía como la decimosexta favorita y quien se coronó campeona en Wimbledon en cinco ocasiones, la última en 2008.

La mayor presencia física de la número uno del ránking acabó también por imponerse también en la segunda manga, que se extendió hasta los 35 minutos.

"Nunca es fácil enfrentarte a tu mejor amiga, alguien a la que quieres y de quien te preocupas. Sin embargo, debes jugar por la competición y tratar de disfrutar el momento", explicó la mayor de las Williams tras el partido.

"Hoy me dije: 'Tengo 33 años y Venus 35, no sé si jugaremos muchas más veces juntas en la pista central', así que intenté disfrutarlo. Las dos hemos soñado con este momento muchas veces", dijo la ganadora de 20 Grand Slams, que se marchó de la central junto a su hermana.

Serena, que ya ha derrotado en este Wimbledon a Margarita Gasparyan, Timea Babos y Heather Watson, se enfrentará en cuartos de final con la ganadora del partido entre la bielorrusa Victoria Azarenka y la suiza Benlinda Bencic. EFE

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