Muchos padres buscan activamente formas de reforzar la enseñanza en casa. Al respecto, Ximena Pastor, asesora Pedagógica del nivel Inicial del Colegio de la Inmaculada manifiesta que en el caso de los centros educativos que atienden a la primera infancia es esencial que éstos cuenten con personal capacitado, con formación específica en educación infantil, que pueda actuar con empatía y crear oportunidades de aprendizaje centradas en los estudiantes.
Aunque es fundamental que los padres de familia consideren todos los aspectos mencionados en el ámbito escolar, Pastor señala la importancia de fortalecer el aprendizaje en el hogar y de explorar enfoques innovadores para integrar la educación en la rutina diaria de sus hijos. Esto permite establecer una base sólida para su desarrollo educativo futuro.
Reconociendo la importancia de la transición hacia la etapa inicial de educación en la vida de los niños, la experta brinda algunos consejos para acompañar este crucial periodo:
- Fomentar habilidades de autonomía: Estas habilidades son esenciales para que los niños puedan enfrentar una variedad de desafíos. Es importante permitir que los pequeños realicen tareas como vestirse, lavarse las manos, recoger los juguetes, entre otras, y alentarlos a hacerlo solos para estimular su sentido de independencia y fortalecer sus habilidades para autogestionarse.
- Implementar una rutina diaria: Establecer junto a los pequeños, un horario que les permita tener una estructura de las actividades diarias, esta estrategia ayuda mucho para facilitar la adaptación de los pequeños en la escuela ya que los anticipa a los diversos momentos del día.
- Desarrollo de habilidades sociales: Es una tarea en la que los padres pueden acompañar a sus hijos, organizando tardes de juego con otros niños, llevándolos al parque o inscribiéndolos en talleres que se ajusten a sus intereses. Estas actividades les brindan experiencias diferentes a las de la escuela, en entornos más desestructurados donde también deben enfrentarse a situaciones como compartir, esperar su turno y resolver conflictos con niños de diversas edades.
- Tiempo de calidad y comunicación abierta: Leer cuentos, conversar sobre los acontecimientos diarios, jugar y explorar son momentos de disfrute para los niños. Estas actividades no solo tienen como objetivo promover el incremento del vocabulario y la expresión verbal, sino también fortalecer los vínculos entre padres e hijos. Esto permite a los pequeños expresar sus emociones, necesidades y deseos, y brinda a los padres la oportunidad de responder adecuadamente, ofreciendo el apoyo necesario para que los menores gestionen sus emociones de la mejor manera.
- Participación familiar: Fomentar la comunicación y colaboración entre las maestras y padres de familia es esencial, manteniéndolos informados sobre los progresos de sus hijos y ofreciéndoles oportunidades de intervención en la escuela. Los padres están cada vez más conscientes de la importancia de la educación en estos primeros años de vida y cuentan con muchas herramientas que les permiten involucrarse activamente en el proceso de enseñanza - aprendizaje de sus hijos e hijas tanto dentro como fuera de la escuela.
La especialista también precisa que invertir en la primera infancia es fundamental para el desarrollo del potencial humano. “Empoderar a nuestros niños desde temprana edad les brinda las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de hoy para que mañana, cuando sean adultos, puedan afrontar la vida con confianza y determinación, contribuyendo positivamente a la sociedad. En este día especial, reafirmamos nuestro compromiso con la educación inicial y el bienestar infantil”, concluyó.