El reto de los líderes es crear espacios festivos sin presión social, con actividades voluntarias y respeto a la diversidad de preferencias dentro del equipo.
El reto de los líderes es crear espacios festivos sin presión social, con actividades voluntarias y respeto a la diversidad de preferencias dentro del equipo.

La temporada de fin de año trae consigo cenas, integraciones e intercambios de regalos dentro de las empresas. Sin embargo, no todos los colaboradores disfrutan participar en estas actividades, ya sea por motivos personales, culturales o por preferir mantener su espacio privado. Este escenario representa una oportunidad para que los líderes refuercen la cultura organizacional, la inclusión y el bienestar emocional.

Las celebraciones no deben ser una obligación ni generar estrés. Se trata de crear espacios donde la inclusión y el respeto sean prioridad”, afirma Giancarlo Ameghino, gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland.

Acciones para celebraciones más inclusivas

Los especialistas recomiendan adoptar prácticas que reduzcan la presión social y favorezcan la participación voluntaria:

Opciones inclusivas

No todos desean participar en intercambios de regalos o dinámicas grupales. Ofrecer actividades alternativas —como brunches, juegos voluntarios o espacios de socialización más tranquilos— permite que cada colaborador elija cómo integrarse.

Liderazgo empático

Los líderes pueden marcar la pauta respetando diversas creencias, personalidades y preferencias. Escuchar y mostrar interés genuino por el bienestar de cada miembro fortalece la confianza y la motivación.

Pequeños gestos que generan impacto

Reconocimientos públicos, mensajes de agradecimiento o dinámicas que celebren logros individuales y colectivos pueden tener un efecto positivo que va más allá de la festividad.

Comunicación clara y anticipada

Informar con tiempo sobre fechas, horarios y el carácter voluntario de la participación evita malentendidos y reduce la presión social.

Manejo respetuoso de la no participación

Es clave que quienes no desean participar no se sientan juzgados ni aislados. Preguntar de manera discreta si necesitan apoyo o simplemente darles espacio demuestra respeto y refuerza un entorno de confianza.

Inclusión posterior al evento

Tras la celebración, los líderes deben reconocer a todos los miembros del equipo, independientemente de su participación. Feedback, agradecimientos individuales o destacar aportes del año ayudan a que todos sientan que su trabajo es valorado.

Celebrar con sentido refuerza la cultura

Estas prácticas no solo favorecen el clima laboral, sino que fortalecen las relaciones entre colaboradores y líderes. Para Ameghino, la clave es promover espacios donde el disfrute sea auténtico y no impuesto.“Lo importante es que nadie se sienta excluido ni obligado. Cuando los equipos disfrutan de manera voluntaria y respetuosa, se potencia la integración y se promueve un ambiente laboral saludable y humano”, concluye.

Datos clave

  • Fiestas de fin de año pueden generar presión social en algunos colaboradores.
  • Expertos recomiendan actividades voluntarias y espacios diversos.
  • Vocero: Giancarlo Ameghino, gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland.
  • Claves: liderazgo empático, comunicación clara y reconocimiento posterior.
  • Celebraciones conscientes fortalecen la cultura y el clima laboral.