Generación Z en Perú: ¿Qué buscan los jóvenes de sus empleos y cómo están cambiando el mercado laboral?

La Generación Z ya no es el futuro: es el presente del mercado laboral peruano. Según un reciente informe de IPSOS, el 21% de la población del país pertenece a esta generación (nacidos entre 1997 y 2012), y el 41% de ellos ya participa activamente en la vida laboral. Este ingreso masivo está redefiniendo lo que significa trabajar, liderar y crecer profesionalmente en el Perú.

Más pragmáticos y exigentes que los millennials, los jóvenes de la Gen Z no se conforman con una buena remuneración: exigen coherencia, propósito y desarrollo continuo. Para Claudia Chianese, profesora del Máster en Recursos Humanos de EAE Business School, esta generación “valora la autenticidad, el impacto y la inclusión. Buscan líderes que inspiren y entornos donde el aprendizaje constante no sea un extra, sino la norma”.

¿Qué busca la Generación Z de sus empleos?

Según la especialista, estas son las principales expectativas de los jóvenes peruanos:

• Flexibilidad como necesidad, no beneficio: El trabajo híbrido es fundamental. Esta generación prioriza poder organizar su tiempo y espacio laboral para equilibrar mejor sus responsabilidades personales y profesionales.
• Balance vida-trabajo: Valoran profundamente el tiempo libre, el ocio y los vínculos personales. Evitan entornos laborales que promuevan el agotamiento o el exceso de control.
• Crecimiento profesional y personal: Desean empleos con aprendizaje constante, desafíos y oportunidades claras de ascenso. Si no se sienten motivados o retados, cambian de trabajo sin dudar.
• Propósito social y ambiental: Prefieren empresas que tengan un compromiso claro con causas sociales o ecológicas. Buscan que su trabajo tenga un impacto más allá del lucro.
• Remuneración justa y autonomía: Aunque priorizan otros factores, el salario sigue siendo esencial. Quieren ingresos que les permitan independencia económica y calidad de vida.

Liderazgo y cultura laboral en revisión

Para esta generación, el liderazgo tradicional queda obsoleto. “No buscan jefes que controlen, sino líderes cercanos, empáticos y coherentes”, afirma Chianese. La autoridad sin inspiración no les convence. Valoran más el acompañamiento que el mando autoritario.

Además, las empresas que se resisten a adaptarse a esta nueva realidad corren el riesgo de perder talento y competitividad. La Gen Z está empujando al mercado hacia modelos más humanos, digitales y flexibles. Y para atraer y retenerlos, las organizaciones deberán revisar profundamente su cultura, beneficios y estructura jerárquica.

La Generación Z ya está transformando el mercado laboral peruano con nuevas prioridades centradas en el bienestar, la innovación y el propósito. Escuchar, adaptar y evolucionar serán claves para que las empresas se mantengan relevantes y competitivas en un mundo liderado por nuevas formas de entender el trabajo.