Un presupuesto no solo da claridad, también proporciona seguridad y confianza para tomar decisiones financieras acertadas.
Un presupuesto no solo da claridad, también proporciona seguridad y confianza para tomar decisiones financieras acertadas.

La gestión financiera es una herramienta esencial para las familias que desean alcanzar la tranquilidad económica. Planificar un presupuesto mensual permite no solo controlar los gastos, sino también evitar sorpresas financieras, preparar un colchón de emergencia y establecer metas de ahorro a largo plazo. En un contexto de incertidumbre económica, contar con un plan claro es más importante que nunca.

“Sin un presupuesto, las familias pueden sentirse como si estuvieran caminando a ciegas”, afirma Dante Fuertes, coordinador académico de la carrera de Contabilidad de la Universidad Norbert Wiener. “No saber cuánto dinero hay disponible ni en qué se está gastando puede causar mucha preocupación. Un presupuesto no solo da claridad, también proporciona seguridad y confianza para tomar decisiones financieras acertadas”, agrega.

Sin embargo, muchas familias cometen errores evitables, como no destinar un porcentaje para ahorros o gastar por impulso en bienes innecesarios. Por ello, el experto nos brinda seis consejos clave para llevar un presupuesto mensual realista.

  1. Haz un seguimiento de todo: Dedica tiempo cada semana a anotar todos los ingresos y gastos. Esto te ayudará a tener una visión clara de en qué se va tu dinero. Puedes usar alguna aplicación o plantilla digital que te ayude a llevar un control fácil de lo que gastas.
  2. Prioriza tus necesidades básicas: Asegúrate de cubrir gastos esenciales como vivienda, alimentación y servicios antes de considerar gastos adicionales o no esenciales, Divide estos gastos en categorías para saber dónde se puede ajustar si es necesario.
  3. Crea un fondo de emergencia: Destina una cantidad mensual, aunque sea pequeña, para construir un fondo que cubra imprevistos, como reparaciones o emergencias médicas.
  4. Define metas de ahorro: Establece objetivos claros, ya sea para un proyecto a corto plazo como unas vacaciones, o a largo plazo como la educación de los hijos. Esto te motivará a ser constante.
  5. Evita las compras impulsivas: Reflexiona antes de adquirir algo que no esté en tu lista de prioridades. Pregúntate si realmente lo necesitas o si puedes esperar. Si no puedes pagar algo al contado, piénsalo bien antes de comprarlo a crédito. Las deudas no planificadas pueden ser una carga.
  6. Revisa y ajusta tu presupuesto mensualmente: Los ingresos y gastos pueden cambiar con el tiempo. Mantén flexibilidad para adaptarte a nuevas circunstancias, pero sin perder de vista tus metas.

“Con un presupuesto bien estructurado y aplicando estas estrategias sencillas, las familias pueden mejorar su estabilidad económica y planificar un futuro más seguro. Recuerda, tomar el control de tus finanzas es un paso clave para vivir con mayor tranquilidad y bienestar”, concluye Fuertes.

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