La primera acción a tomar por los padres debe ser la comunicación abierta y empática para identificar las razones del bajo rendimiento académico.
La primera acción a tomar por los padres debe ser la comunicación abierta y empática para identificar las razones del bajo rendimiento académico.

A medida que nos acercamos al final del ciclo escolar 2023, muchos padres han constatado, con preocupación, que los progresos académicos de sus hijos no son los que ellos y la escuela esperan. Ante esa situación, surge el temor de que los resultados puedan desencadenar en la repetición del año escolar.

En ese escenario, Veronica Castillo, docente de la Facultad de Educación PUCP, sostiene que los docentes tienen la misión fundamental de orientar a los estudiantes y sus familias, en el proceso necesario para culminar con éxito la etapa escolar. Esto se puede lograr desde la promoción y el reconocimiento del desarrollo académico y, sobre todo, personal.

“La primera acción a tomar por los padres es la comunicación abierta y empática para identificar las razones que están generando esta situación de incertidumbre y miedo al fracaso. Para lograrlo, es fundamental el trabajo corresponsable con los docentes, ya que conocen el desempeño del estudiante y pueden proporcionar información detallada de las áreas de mejora; mientras que los padres pueden orientar en las capacidades, gustos e intereses de los estudiantes, fuera de la escuela”, indica.

Cabe precisar que, según el Ministerio de Educación (Minedu), los criterios para la repetición del año escolar difieren entre niveles educativos. En primaria, un estudiante debe haber obtenido la calificación de ‘C’ en Matemáticas y Comunicación; mientras que, en secundaria, la repetición se considera si el estudiante ha desaprobado más de cuatro cursos.

Así, la especialista brinda ciertas recomendaciones a considerar por los padres en esta situación:

  • Comunicación abierta, empática y oportuna: Una de las razones de que los niños y adolescentes no se comuniquen responde al miedo a ser reprendidos. Por ello, es clave fomentar espacios de confianza y apoyo para que los hijos puedan transmitir las emociones y pensamientos que se suscitan en ellos ante un problema.
  • Identificar el problema y atenderlo: Existen diversos motivos para tener problemas en el rendimiento académico, como la falta de motivación, las dificultades de aprendizaje, ser víctima de bullying o violencia, la ausencia de la familia. Es urgente conocer el principal problema que acoge a los hijos para poder involucrarse y trabajar en ello.
  • Mantener el diálogo con los maestros: Comunícate con los profesores para entender mejor las áreas en las que tu hijo necesita mejorar. Además de ser intermediarios en el proceso, también pueden ser los principales motivadores en reforzar el apoyo emocional.
  • Ser paciente y celebrar el progreso: El progreso puede llevar tiempo. Mantén una actitud positiva y apoyo constante. Reconoce y celebra cualquier mejora, ya sea grande o pequeña. Esto refuerza la motivación y la autoestima.

Castillo detalla que parte de la labor docente implica motivar a los alumnos a superar sus dificultades de aprendizaje. “Por ello, estamos comprometidos con la educación. pensar en el futuro puede ser muy tarde, es momento de actuar hoy, en el presente de nuestros estudiantes”, agrega.

Es por esta razón que resalta la importancia de congregar a más jóvenes, para que se comprometan con la educación. Si estás cursando 5° de secundaria, y sientes que tienes vocación de enseñanza, obtén más información

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