La práctica del mindfulness puede aumentar la productividad hasta en un 30 %, reducir el estrés laboral y fomentar equipos más empáticos y resilientes, según especialistas en desarrollo organizacional.
La práctica del mindfulness puede aumentar la productividad hasta en un 30 %, reducir el estrés laboral y fomentar equipos más empáticos y resilientes, según especialistas en desarrollo organizacional.

Cada vez más empresas implementan técnicas de mindfulness como estrategia para reducir el estrés, mejorar la comunicación interna y fortalecer el trabajo en equipo. Según el informe Gallup State of the Global Workplace 2023, las organizaciones que incorporan estas prácticas reportan aumentos de hasta 30 % en productividad, menos ausentismo y mayor compromiso de sus colaboradores.

“El mindfulness no es solo una técnica de relajación. Es una herramienta de liderazgo interior que permite generar entornos más conscientes, colaborativos y sostenibles”, señala Enrique Huamán Arispe, gerente general de la consultora Impulso Positivo, especializada en bienestar organizacional.

Cuatro técnicas de mindfulness para aplicar en el entorno laboral:

  1. Pausas conscientes guiadas: Prácticas breves de respiración, atención plena o escaneo corporal, de 5 a 10 minutos, que se pueden realizar en cualquier momento del día.
  2. Talleres de mindfulness: Dirigidos a ejecutivos y equipos, enfocan fundamentos prácticos de meditación y conciencia plena en contextos de alta presión.
  3. Círculos de atención plena: Espacios para meditación guiada, diálogo apreciativo y reflexión colectiva, que fortalecen la conexión emocional del equipo.
  4. Prácticas de gestión emocional: Clave para mejorar la comunicación en entornos laborales complejos y fomentar la empatía entre colaboradores.

Estas herramientas no requieren grandes cambios estructurales y pueden integrarse de forma progresiva en las dinámicas diarias de trabajo. El especialista recomienda iniciar el día con una pausa consciente o realizar sesiones grupales mensuales, así como jornadas de bienestar trimestrales que permitan al equipo reconectarse y alinear propósitos.

“Cultivar el bienestar es también cultivar liderazgo, primero hacia uno mismo y luego hacia el entorno”, enfatiza Huamán Arispe. Añade que el bienestar no debe ser un evento aislado, sino una práctica continua, accesible y transversal a toda la organización.

Para más información sobre estas metodologías, se puede visitar el sitio web de .