La transición de las vacaciones al colegio puede generar una mezcla de emociones para los niños, desde la anticipación positiva hasta la ansiedad que produce estrés. Frente a ese escenario, es importante implementar actividades o acciones para motivarlos a iniciar el año escolar de la mejor manera, teniendo en cuenta que la fecha de inicio de clases en nuestro país, en las instituciones públicas, será este 1 de marzo, según informó el Ministerio de Educación (MINEDU).

Hernán Ocampo, director Fundador de la Escuela Pedagógica de Lima, explica que la responsabilidad de fomentar una actitud positiva en los niños al regresar a clases recae principalmente en los padres y educadores. “Los adultos deben estar atentos a las señales emocionales que presentan los niños antes y durante el inicio del año escolar, para ir creando un entorno de aprendizaje favorable, que los motive a seguir estudiando y los ayude a construir una mentalidad positiva hacia la escuela; especialmente considerando que periodos largos de ansiedad y estrés pueden terminar afectando la memoria. Ya contamos con estudios e investigaciones desde las neurociencias que nos señalan que el estrés crónico puede afectar gravemente el hipocampo, esta región cerebral que interviene en los sistemas de memoria. Por eso, es fundamental siempre considerar un ambiente emocionalmente positivo para nuestros estudiantes”, finaliza el especialista.

Las emociones son vitales en el proceso de aprendizaje de los niños, precisamente gracias a los aportes de la neuroeducación, disciplina que explora cómo el cerebro procesa la información relacionada con la motivación, es posible fomentar en los niños una actitud positiva para aprender.

En línea con ello, Ocampo, especialista en neuroeducación, brinda algunas recomendaciones antes de regresar a clases.

  • Preparación anticipada: Se debe mantener una comunicación abierta con los niños sobre sus preocupaciones o expectativas respecto al retorno al colegio. Esta acción permitirá reconocer, identificar y validar las emociones de los niños; es decir, si se sienten ansiosos, nerviosos o estresados con este nuevo año académico. Al tener mayor información sobre cómo se sienten se podrán abordar directamente sus preocupaciones o expectativas.
  • Crea rutinas: Establecer pequeñas rutinas antes de asistir a clases, ayuda a que los estudiantes se adapten de manera progresiva al nuevo ritmo. Se puede iniciar unos 15 días antes del inicio de clases, ajustando el horario de sueño, horario de despertarse, entre otras actividades para que el cambio no sea tan abrupto.
  • Utiliza el juego para ir recordando algunos temas: Para que vayan recordando algunos de los temas, se pueden utilizar elementos del juego, como recompensas, desafíos y competiciones. Por ejemplo, si se quiere reforzar las operaciones matemáticas básicas, se puede jugar monopolio en familia.
  • Reconocer los logros y progresos: Ya sea la primera semana de clases, es importante reconocer los logros, incluso pequeños, que favorezcan a activar áreas del cerebro relacionadas con el sistema de recompensa cerebral, pues según las investigaciones que nos ofrece la neuroeducación, proporcionar retroalimentación positiva y reconocer el progreso individual motiva a los estudiantes a continuar esforzándose.

“Fomentar una actitud positiva en los niños al regresar a clases implica cultivar un ambiente de anticipación emocionante y apoyo, donde se promueva la confianza, la autonomía y la celebración de pequeños logros. El objetivo es construir una mentalidad positiva hacia la escuela, inspirando entusiasmo, seguridad y un sentido de logro en cada paso del camino”, comenta Ocampo.

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