La reciente paralización de los transportistas en Lima Metropolitana y Callao no solo ha afectado la movilidad de millones de ciudadanos, sino que también está generando un grave impacto en la economía de la capital.

Según un reciente estudio de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), las pérdidas económicas diarias podrían ascender a la alarmante cifra de 230.44 millones de soles.

Este cálculo toma en cuenta factores como el porcentaje de trabajadores que utilizan el transporte público tradicional (combis, cousters y buses), la población económicamente activa ocupada (PEAO) y el ingreso promedio diario de los empleados.

De acuerdo con la encuesta “Lima Cómo Vamos” de 2024, más de la mitad de los trabajadores limeños y chalacos dependen de estos medios para llegar a sus trabajos.

Pérdidas millonarias por cada hora de paro

La AAP ha detallado que, considerando una PEAO de 5 millones 467,900 personas y un ingreso mensual promedio de 2,006.9 soles, una paralización completa del transporte público tradicional generaría pérdidas millonarias cada día. Si el paro se prolonga por media jornada, las pérdidas se reducirían a la mitad, pero seguirían siendo significativas.

La situación se agrava en distritos como Lima Norte, donde la dependencia del transporte público es aún mayor. En esta zona, el 66.9% de los trabajadores utiliza combis, cousters y buses para trasladarse, lo que representa una PEAO de 1 millón 430,168 personas. Un paro total en esta área generaría pérdidas diarias de 76.80 millones de soles.

Impacto en la economía y la productividad

Las consecuencias económicas de esta paralización se extienden más allá de las pérdidas directas en ingresos. La disminución de la movilidad afecta la productividad de las empresas, dificulta el acceso a bienes y servicios, y genera un clima de incertidumbre que desincentiva la inversión.

Es importante destacar que estas cifras representan solo una estimación de las pérdidas económicas directas y no consideran los costos indirectos asociados a la paralización, como la pérdida de horas de trabajo, el aumento de la informalidad y el deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos.

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