El aislamiento social que se aplica para detener el avance del COVID-19 afecta el ciclo productivo de los micro y pequeños agricultores, sobre todo de las zonas más alejadas del país, porque muchos no pueden entregar sus productos por la falta de empaques y otros artículos que se necesitan para trasladarlos al mercado, dijo a Correo el profesor de la Universidad del Pacífico, Omar Narrea.

Por ello, dijo que el Estado debe generar un instrumento financiero que permita a los responsables de la denominada “agricultura familiar” refinanciar las deudas que asumieron para la campaña agrícola que está en proceso.

Largo plazo. “Además, se les debe facilitar el acceso a nuevos créditos, pero, pagaderos en el largo plazo, sin necesidad de subsidios porque ellos tienen una demanda asegurada, considerando que son los proveedores de alimentos”, precisó.

En ese sentido, señaló que los créditos deben ser dirigidos también a aquellos que pertenecen a una cadena de producción, como las café, cacao y aceitunas.

“Sabemos que hay créditos especiales que promueve el Ministerio de Agricultura, pero están sujetos a ciertos requisitos. Mejor es no ponerles restricciones como los de Reactiva Perú, de lo contrario llegará a las empresas acopiadoras o a las cooperativas”, agregó.

Hay problemas para transportar productos.