La luna de miel entre el gas natural vehicular (GNV) y los taxistas (sus principales consumidores) estaría llegando a su final, pues el incremento de su precio los está haciendo migrar al gas licuado de petróleo (GLP) como una alternativa más económica, considerando que en algunos grifos de Lima Metropolitana su precio está por debajo del tan promocionado GNV, señaló César Bedón, especialista en comercialización de combustibles.

MÁS CARO. Al respecto, el especialista en hidrocarburos César Gutiérrez refirió que en la actualidad para un taxista "tanquear" su carro GNV le resulta 10% más caro que hacerlo con GLP, por lo que muchos están migrando a este último combustible para poder compensar sus costos, entre ellos el del crédito obtenido de la Caja Metropolitana de Lima.

"Fácilmente, desde setiembre del año pasado a la fecha, el precio del GNV a los consumidores subió 29%, poniendo en desventaja este combustible frente al GLP, cuyo precio ha ido bajando de manera paulatina desde el año pasado, tanto que ahora es más competitivo para los taxistas", manifestó.

Bedón explicó que el precio del GNV subió tras finalizar el descuento promocional que decidió otorgar Pluspetrol el 2006, cuando congeló el precio en boca de pozo del gas natural destinado para el GNV en $0.80, durante seis años, plazo que terminó el año pasado y desde cuando cobra $3.10 el millón de BTU. "El problema es que no se informó a los potenciales consumidores que el precio especial tenía un período de vigencia, luego del cual se sinceraría", precisó.

COSTOS. Dijo que el incremento por el sinceramiento del precio en boca de pozo debe haber impactado en 7% en el precio del GNV, pero se debe agregar el costo de transporte y de distribución, que forman parte de la estructura del precio a los consumidores finales.

Bedón detalló: "Esta materia prima tiene que salir desde Camisea (Cusco) para ser traída a Lima, es decir, se debe pagar transporte (ducto) y también distribución (Cálidda) para hacerla llegar a los consumidores finales a través de los grifos", agregó.

Empero, continuó, lo que seguiría subiendo son los costos para operar las estaciones de servicios (grifos), especialmente las tarifas eléctricas.

Otro punto que está impactando en esos costos es el precio de los terrenos que compraron para construir los gasocentros, lo que hizo y hace caro poner operativo uno de estos centros de servicios. "Se estima que en promedio una inversión mínima para una establecimiento de esta naturaleza es de $1.5 millones", precisó.

ELECTRICIDAD. Con relación al costo de la energía eléctrica, el especialista en este tema Rafael Lacca afirmó que las tarifas eléctricas ya han subido hasta 13.3% con el gobierno del presidente Ollanta Humala, precisando que este mayor incremento se dio en el sector industrial, mientras que la tarifa de luz en los hogares subió un 7.5%.

Precisó que ese aumento superó a lo ocurrido en los dos últimos gobiernos (Alejandro Toledo y Alan García).

Como se sabe, el gobierno tiene en cartera el proyecto de gasoducto del sur, cuya construcción será asumida por los consumidores porque dentro del esquema de financiación se prevé recargar al recibo de luz un determinado monto, que en la práctica implicará un incremento de las tarifas de entre 2% y 4%, según la versión oficial del Ministerio de Energía y Minas, porque los generadores de energía eléctrica (COES) consideran que el alza sería de hasta 6.8%, tomando en cuenta el monto de la inversión que demandará.

ESTÍMULO. Bedón dijo que por lo pronto se necesita una política de Estado para estimular el consumo de GNV y una alternativa que lleve a reducir o exonerar de ciertos impuestos a la importación de vehículos nuevos a GNV. "Sé que hace dos semanas fue presentado al Congreso un proyecto de ley en este sentido. Es una manera de que haya más vehículos demandantes de GNV, de lo contrario, este mercado puede colapsar", acotó.

Además, refirió que otra forma de evitar que haya un desánimo mayor entre los principales consumidores es que la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) extienda el plazo de los créditos que se otorgó a taxistas (a través de la Caja Metropolitana de Lima) para la compra de un vehículo nuevo que use GNV.

"Hay que revisar los contratos de financiamientos de los carros porque tal como están, está desanimando a mucha gente que intentó comprar bajo el mecanismo de pagar el crédito con el consumo de GNV. Por ello, cada vez es menor la tasa de reconversión de carros gasolineros por GNV", manifestó.

En tanto, para César Gutiérrez, lo que está encareciendo el GNV es el crédito que tienen que pagar los taxistas. "Tienen un sistema muy caro que no les permite ser competitivos con el GNV", aseveró.

EJECUTIVO NO SE PONE DE ACUERDO. El presidente de la República, Ollanta Humala, y su ministro de Energía no se ponen de acuerdo.

Mientras el Jefe de Estado asegura que el precio del GNV no subirá, por lo menos este año, su ministro de Energía y Minas (MEM), Jorge Merino, afirmó que es un tema de oferta y demanda y que buscará el apoyo del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minas (Osinergmin) para que oriente a los consumidores buscar los puntos de ventas con menor precio.

Humala trató de calmar la incertidumbre respecto al incremento del precio del GNV, señalando que esta situación no ocurrirá, por lo menos este año, aunque sus declaraciones fueron muy generales.