Solo Cinestar y Movietime han optado por abrir sus puertas, pero sin alimentos ni estrenos, por ahora. (Foto: Andina)
Solo Cinestar y Movietime han optado por abrir sus puertas, pero sin alimentos ni estrenos, por ahora. (Foto: Andina)

El último lunes 12 de julio, después de 16 meses de permanecer con las puertas cerradas, Cinestar y Movietime se convirtieron en las primeras cadenas de en nuestro país que volvieron a reabrir sus puertas.

MÁS INFORMACIÓN: Cines no abren sus puertas al público desde hace 15 meses debido a la pandemia por COVID-19

Desde entonces y con la disponibilidad limitada de sus salas, sin consumo de alimentos y sin estrenos, la reapertura de las salas de cines ha vuelto a generar más de una duda entre sus usuarios, quienes –en medio del avance del proceso de inmunización contra el COVID-19– se preguntan, ¿qué sucederá con esta industria y su ineludible estrella “la canchita”?

Para empezar, aunque desde diciembre del año pasado, el Ministerio de la Producción (Produce) decidió otorgar luz verde a las cadenas de cine para que reabran sus puertas con aforo limitado y garantizando el distanciamiento social, las grandes cadenas de cine han optado por no hacerlo, ¿por qué?

MODELO DE NEGOCIO

Según han explicado en reiteradas oportunidades las propias cadenas de cine, agrupadas en la Asociación Nacional de Cines del Perú (Anasaci) –compuesta por Cinemark, Cineplanet, Cinépolis, Cinerama, Cinestar, Movietime y UVK Multicines–, “para que puedan volver a operar necesitan que el Ministerio de Salud (Minsa) apruebe (el consumo de) los alimentos y bebidas durante las funciones”.

La posición de las cadenas de cine encontraría explicación debido a que –como ellas mismas han reconocido– los ingresos por venta de alimentos y bebidas resultan gravitantes para sus resultados económicos.

Mientras en Cineplanet, por ejemplo, el 40,9% de sus ingresos en el 2019 fueron por confitería; en Cinestar han indicado que los alimentos y bebidas solían representar más del 55% de sus ventas.

¿Qué sucede, entonces, con la venta de entradas? Si bien, los ingresos por este concepto son importantes, no tenderían a ser gravitantes. Y, según la Anasaci, desde que el 16 de marzo cerraron sus puertas, las cadenas de cine acumulan pérdidas por más de US$300 millones.

¿LA REAPERTURA, PARA CUANDO?

Pero, si el Produce ya les dio el visto bueno, entonces, ¿qué hace falta para que la totalidad de las cadenas de cine reabran sus puertas? Si la venta de confitería era igual de gravitante en Cinestar, ¿por qué el resto de cadenas no ha considerado abrir sus puertas como si lo han hecho dos de las siete cadenas que forman parte de la Anasaci?

Aunque los voceros de esta asociación se excusaron a responder nuestras consultas sobre los pasos que darán en adelante, en su último comunicado la Anasaci reiteró la decisión de sus asociadas de mantener sus puertas cerradas hasta que el Minsa atienda su pedido.

Según han referido “un análisis global encargado por Celluloid Junkie confirmó que en ninguno de los países con cines abiertos se ha reportado brote, cuyo origen haya sido una sala de cine”.

Por esa razón, mantienen su posición de exhortar al Minsa para que muestren la evidencia o estudios que argumentan que las salas de cines son espacios riesgosos en medio de una coyuntura dominada por la pandemia.

“El Perú sigue siendo el único país en Latinoamérica que no ha podido reabrir los cines. En países con realidades similares a la nuestra como Bolivia, Ecuador, Colombia, entre otros, los cines abrieron desde setiembre del 2020 y, en todos los casos, con venta de alimentos”, afirman tras advertir que se está cortando la reactivación de más 10.000 puestos de trabajo en el sector.

¿Qué sucederá, entonces? Ojalá y no pase mucho tiempo para que los cinéfilos encuentren una respuesta.